1. Angela I: Dormida


    Fecha: 27/10/2020, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mi polla en la boca, en eso no tenía que ordenarle nada, era como un imán y un hierro, se quedaba pegada. Mientras, me quité la camiseta y disfruté de la mamada gloriosa que me estaba dando. Ver como se movían las tetas al ritmo de su cabeza, los gemidos que daba, el sonido de ahogamiento al tratar de meterse toda la polla en la garganta y sobretodo, la visión de sus nalgas, con forma de corazón....es algo digno de la mejor película porno que podáis imaginar, no sé ni como no me corrí en ese momento, de hecho tuve que separarla porque 2 minutos más así y me vengo en su boca, que tampoco sería el fin del mundo la verdad.
    
    La volví a separar y ella esperando que la levantara para ponerla sobre la mesa se sorprendió de mi brusco movimiento al otro lado de la mesa. Ahora estaba comenzando el juego de verdad, la mandé ponerse de pie, extender las manos sobre la mesa y ponerse con el culo en pompa, apoyada sobre la mesa con el resto de su cuerpo, formando un perfecto ángulo de 90 grados, con su culo como elemento central. Le dije que cerrara los ojos y esposé sus muñecas con las esposas, el frío metal la pilló un poco de sorpresa. Abrió los ojos ante ésto y le propiné otro azote en sus nalgas, con cierta fuerza:
    
    -A: no te he dicho que pudieras abrir los ojos zorrita._Mientras acariciaba sus nalgas.
    
    -Á: lo siento pero me he asustado al sentir que me sujetabas las muñecas con algo de metal._dijo con la voz de niña que pudo, sabía que si se quejaba o se ponía impertinente ...
    ... tenía las de perder.
    
    -A: bueno Ángela, una cosa que tienes que aprender, y que tienes que tener muy presente cuando estés conmigo y si quieres seguir jugando conmigo es que tienes que confiar en mi. Yo no voy a buscar hacerte daño porque sí, ni hacer cosas que creo que aún no estás lista o preparada. Así que si te digo que hagas una cosa, la haces, porque seguramente hacerla tenga mejores consecuencias para ti, que dudar de mi.
    
    -Á: vale, lo haré pero da un poco de miedo.
    
    -A: lo sé, pero no te preocupes, ahora cálmate y cuidado._Mientras le ponía un antifaz sobre sus ojos, de manera que aunque quisiera o no, no iba a poder ver.
    
    -A: éste antifaz es para que no tengas que estar forzándote a cerrar los ojos, me parece más sexy así, ahora voy a hacerte algunas cosas, si tu no puedes soportarlas, me lo indicas, mientras tanto, disfruta._Ésto se lo dije cerca de su oreja, con un tono calmado, buscando que se relajara, prefería mostrarme ahora así para generar confianza y que eso allanara el camino hacia como iba a romperle el culo, concluí la explicación con un beso.
    
    -Á: vale, lo haré.
    
    Me dirigí de nuevo a su culo, acariciando cada centímetro de nuevo con mis manos, me agaché y le solté unos cuantos mordiscos, y luego empecé a darle unas cuantas zurras con las manos, sin imprimir de momento demasiada fuerza, buscando calentar sus nalgas. Una, dos, tres...así hasta 20 zurras algo suaves para calentar, Ángela no se quejaba, así que continué con mi labor, ésta vez, algo ...
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