1. Forzada por mi suegro


    Fecha: 29/10/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... te follen todos el culo?
    
    E.- No por favor, todos no.
    
    R.- Pues dale placer a mi amigo, quiero que te muevas con él como lo has hecho antes.
    
    Comencé a moverme con rapidez, mi culo iba adelente y atrás y la polla del viejo entraba cada vez más,
    
    éste me cojía por las caderas y empujaba con fuerza.
    
    V.- Así, muevete, así me gusta, no había tenido nunca un culo como el tuyo, eres divina, tienes el culo
    
    estrecho y mi polla está disfrutando como nunca, muevete venga.
    
    Yo seguía con mi movimiento de caderas y notaba mi culo lleno de carne, y lo mejor era que me
    
    gustaba, estaba disfrutando, a pesar de ser un viejo, sabía moverse y estaba bien dotado, no iba a tardar
    
    mucho en correrme, sentía como el calor de mi cuerpo aumentaba y no podía parar, el viejo me la
    
    clavaba una y otra vez y yo disfrutaba con ello, ya iba a correrme.
    
    E.- SIIII, ASÍ ASÍ, ME ENCANTA, SIIIII, VOY A CORRERME, CLÁVAMELA POR DIOS, CLAVÁMELA, ASIIII,
    
    OHHH.
    
    El viejo aceleró su ritmo y empujó con más fuerza, me estaba ...
    ... partiendo por la mitad, pero no
    
    importaba, era el orgasmo más grande que había tenido en mi vida.
    
    E. SIIIIIII, AHHHHH, DIOS DIOS, HA SIDO ESTUPENDO, ACABA YA CABRÓN.
    
    El viejo siguió dos minutos y de nuevo noté como mi culo se llenaba de leche, era la segunda vez en la
    
    noche, debía escurrir semen entre mis piernas en abundancia.
    
    Miré alrededor y vi a todos los hombres de antes con la polla en la mano y pajeándose sin parar.
    
    R.- ¿Quieres más, quieres que te folle otro el culo?
    
    E.- Nooo, ya he tenido bastante, el viejo ha debido rompérmelo, menos mal que Carlos no me pide
    
    nunca sexo anal.
    
    R.- Vamonos entonces.
    
    Subimos al coche y regresamos a casa, al día siguiente mi suegro se marchó a su ciudad y me prometió
    
    que volveríamos a disfrutar los dos juntos. Nunca pensé que esto me podría ocurrir a mi, siempre pensé
    
    que la gente que hace estas cosas está enferma, pero esos dos días disfruté como nunca antes lo había
    
    hecho.
    
    A partir de ahora no me importará volver a casa de mis suegros.
    
    Eli. 
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