1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (08)


    Fecha: 16/10/2017, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando regresé a la casa principal, en lugar de darme una ducha para limpiarme, llené media bañera con agua caliente y me tendí envuelto en el fuerte calor que me envolvió de repente, cerré los ojos y sentí las lágrimas correr por mis mejillas.
    
    ¿Sería cierto lo que Damián me decía? ¿Era yo un real puto con vicio? ¿Tanto me gustaba la verga que no sabía negarme a recibirla? ¿Cualquier macho podría hacer de mi lo que quisiera? ¿Tan fácil era ponerme caliente y cachondo como para ceder y entregarme?
    
    Era cierto que lo había disfrutado, los dos machos habían conseguido que me corriera, a pesar del dolor, de las vejaciones humillantes a que me sometieron me había corrido y gozado de sus vergas, creo que hasta tenía sentimientos encontrados respecto de su trato, me había gustado en algún momento y en otros no, las dos cosas a la vez. Me sentía infeliz por ser tan débil y dejarme controlar y dominar hasta el punto de pasarlo bien.
    
    En ese momento tomé una decisión que no sabía si podría cumplir, no deseaba ese trato ahora que lo miraba en frío y no en el instante de la calentura. Y lloraba al sentirme débil y perdido, solamente tenía a Pablo en quien confiar y no sabía hasta que punto podía hacerlo.
    
    Había escuchado el ruido de su moto, amortiguado por la distancia entre mi habitación y las cocheras, me apresuré a terminar de limpiarme, la piel se me había puesto roja por el intenso calor del agua, y me la refregué con la esponja queriendo retirar de mi cualquier átomo ...
    ... que me quedara de la tarde de sexo.
    
    Pablo se metió en su habitación inmediatamente de llegar, a veces iba a la cocina para comer algún caprichito que Berta o Alicia le guardaban de la comida, en la facultad no debía comer mucho y solo en las cenas le veía comer con ganas.
    
    Me estaba dando cuenta de que era un chico responsable y estudioso, ya me había contado las ganas que tenía de termina y poder marchar a la hacienda de los abuelos de Oriol.
    
    Esa noche no le tuve que esperar, había dejado el comedor después de cuatro palabras al terminar la cena, y cuando llegué a mi habitación le encontré tendido en mi cama, debía llevar esperando un tiempo pero estaba relajado y tranquilo mirando al techo.
    
    -Vienes tarde. -creo que eso no le importaba y que tenía que decirme algo.
    
    -A Eduardo le gusta que después de la cena esté un momento a su lado.
    
    -Lo se, desnúdate y ven aquí. -se echó hacia un costado y me desnudé con prisa, me puse el pantalón corto de dormir y me acosté a su lado.
    
    -Voy a aprovechar el fin de semana para visitar a mis tíos, no quiero faltar a las clases aunque no sean importantes, o que sea lo menos posible. -le miré la cara preocupado por lo que me decía.
    
    -¿Quieres que le pida a Erico que venga a estar contigo, puede traer a Rubén y así le conoces. -quería decirle que lo deseable era que no marchara, claro que no lo hice.
    
    -Si tu quieres de acuerdo, pero ahora me aburro menos al comenzar mis clases. -se volvió hacía mi y me abrazó besándome el ...
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