1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (08)


    Fecha: 16/10/2017, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... vello a su piel hasta llegar al lugar que me interesaba más.
    
    La hermosura que tenía entre las piernas brillaba por el flujo que expulsaba y me esperaba con el glande rojo y apuntando al techo, la sujeté para llevarla a mis labios y besarla delicadamente, me la puso en la mejilla y aspiré el olor que me llegaba de los huevos, viril y fuerte.
    
    Me gustaba mucho esa polla, dura y suave a la vez, esponjosa pero capaz de barrenarme el culito y la boca, comí el glande goloso y le pasé la lengua por el frenillo, Pablo gimió y sentí su estremecimiento.
    
    -¡Ahh! Que rico chupas, métela más. -y yo estaba para atender lo que me pidiera, me la introduje hasta el fondo y dejé que me follara la boca, expulsaba ingentes cantidades de baba gruesa que resbalaba por su tronco inundándole los testículos, se los sujeté con la mano y un tremendo espasmo le sacudió.
    
    -¡Ya me sale Ángel! ¡Ya va! -intentó apartarme de la verga y me resistí lo que pude quería que me gozara al máximo y comenzó a tirarme la leche con fuerza, saliendo de mi boca envuelta en mi baba. Seguí mamando mientras se corría y resultaba delicioso como resbalaba la dura verga por mis labios, le chupe los huevos comiéndome el semen y las babas que tenían y lo que había ente los pelos.
    
    Volvía a meterme la polla en la boca y me sujetó la cabeza.
    
    -¡No! Por favor Ángel ya es suficiente, ha sido una mamada alucinante y me duele la verga. -sonreí dichoso y me abracé a él.
    
    Aún le latía el corazón con fuerza y le ...
    ... escuchaba con la cabeza sobre su pecho. Hizo intención de levantarse.
    
    -¡Por favor Pablo!, no te marches, duerme conmigo. -me envolvió en sus brazos y me sentí la persona más afortunada del mundo, haciéndome la ilusión de que era querido.
    
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    El primer día de clase se paso sin darme cuenta, eran tantas cosas las que tenía que aprender y con las que familiarizarme, pero tanto Oleguer como Guido tenían bien diseñado el programa para que no me resultara excesivo ni tedioso.
    
    No salí de casa intentando evitar encontrarme con Damián, y falté a la clase de conducir, se por Alicia que preguntó por mi a la hora de su comida.
    
    El jueves fue inevitable que nos viéramos, me tenía que llevar a la escuela a la tarde donde Guido me esperaba, no tuve que ir a las cocheras, llevó el coche hasta la entrada principal y cuando bajé los escalones, por su comportamiento frío y distante supe que Pablo había hablado con él, se comportó con amabilidad abriéndome la puerta, como si no hubiera pasado nada entre nosotros, al dejarme ante la entrada, y después de detener el coche me habló.
    
    -Cuando usted quiera podemos seguir con las clases de conducir. -no sabía la conversación que pudo haber mantenido con Pablo, pero desde luego, todo había cambiado y para bien. Quedamos en la hora en que volvería a por mí y ahí quedó todo.
    
    Pregunté por Guido a la señorita que estaba en un pequeño mostrador de recepción y me hizo esperar unos minutos hasta que apareció, estaba totalmente ...