La historia de Ángel, solo era un muchacho (08)
Fecha: 16/10/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... tomada a alta velocidad, volvió Alberto, dejamos el local y anduvimos hasta su estudio que no estaba lejos.
Pasamos por un patio ajardinado y subimos a unas galerías donde él vivía, abrió una puerta al final y entramos en una habitación, aparecía iluminada por la luz exterior que entraba por las inmensas cristaleras en toda una pared del fondo. se encendieron varias luces dejando en penumbras lo que ahora veía como salón, con unas escaleras que subían al piso superior.
Me había estado tirando de la mano, como si fuera un juego mientras subíamos, arrastrándome tras él, pero Rubén cesó de jugar para abrazarme el cuello y besarme con desesperación. No me negué ni quería hacerlo y respondí a sus besos.
-Desnúdate Ángel. -a la vez que me lo pedía veía como él se quitaba con rapidez los pantalones y el resto de la ropa hasta quedar desnudos los dos. Había perdido de vista a Alberto y apareció por una puerta con una bandeja y tres vasos conteniendo alguna bebida con cubitos de hielo.
Se sentó en el sofá donde me había llevado Rubén, a nuestro lado, y Rubén se arrodilló para comenzar a quitarle los zapatos y calcetines. Yo estaba de pie observándoles. Alberto era moreno, con el cabello muy negro que no había podido percibir antes, sus ojos eran bellísimos de color verde, con eso para mi era suficiente para verle deseable.
Rubén empezó a besarle los pies, adorándole y le retiró los pantalones, Alberto bebía despacio de uno de los vasos que había traído, entonces me lo ...
... ofreció.
-Dame de beber. -parecía un rito donde los dos teníamos que servir al rey sentado en su trono, llevé el vaso hasta sus labios llenos y sensuales, sus ojos me miraban chispeantes mirándome fijamente y me sujeto la verga con la mano, sentí una sacudía y como mi polla se erguía desafiante, la soltó para pasármela por el muslo
-Levántate y enséñame el culo. -me era imposible no obedecer sus mandatos, Rubén le besaba la polla a él en esos momentos y comenzaba a quitarle la camisa.
Me incliné y me abrí las nalgas enfrente de él como me había pedido, mi polla se endureció por el morbo que sentía. De repente sentí que pasaba un cubito de hielo por mis nalgas, antes su mano y ahora el frío me hicieron estremecer, deslizó el hielo por mi raja hasta llegar a la entrada de mi culo.
Contraje el ano cerrándolo ante la impresión del frío, y Alberto comenzó a empujar el cubito de hielo, primero con suavidad, y al ver que no lo conseguía meter lo hizo con fuerza.
-Relájate y abre el culo. -por el tono de su voz entendía que lo metería aunque me opusiera. Apretó con más fuerza y el hielo resbalo dentro de mi. La sensación era increíble, el hilo no enfriaba, ardía como si fuera fuego y mi recto se encendía.
Tenía ganas de escapar, y buscar un aseo donde poder sacar aquello de mi interior. Me sujetó de la muñeca adivinando mi intención y me ordenó que me pusiera derecho, y le pidió a Rubén que me chupara la polla, para ese momento mi dureza se había ablandado y mi polla ...