La historia de Ángel, solo era un muchacho (29)
Fecha: 17/10/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... Marcos portando un gran número de bolsas en las manos.
Mientras David abrazaba a Victoria y saludaba al señor Mateo, Marcos no dejaba de mirarme, amistosamente por supuesto, y me hizo una señal de saludo con la mano. David reparó en mi persona y se acercó rápidamente para abrazarme y elevarme en el aire entre sus brazos.
-¡Ángel, ¿te he levantado de tu siesta precioso?! -entonces me di cuenta de como iba vestido, y calzado con unas simples zapatillas de piel. Sentí el rubor cubrirme las mejillas y para ocultarlo quise acercarme y darle un beso en la mejilla, él desvió la cara y unió sus labios a los míos. Sentía como enrojecía más y más, no me espera aquello delante de los padres de Álvaro y de Marcos que estaba muy pendiente de lo que sucedía.
De alguna manera conseguí retirar mi boca y separarme de su abrazo.
-Me alegra verte David, ¿y Oriol?
-Se ha quedado en la hacienda, sus abuelos no le dejan que se mueva y teníamos que haceros entrega de ciertos encargos que nos hicieron. -entonces se volvió hacía Marcos.
-Puedes volver a la Hacienda, no te necesito más, volveré en mi coche. -Marcos saludó con cortesía y sin replicar se volvió saliendo a la fría tarde.
-Vamos a tomar un te querido, es la hora y supongo que te apetece. -Victoria le sujetó del brazo y se lo llevó hacía el salón, su marido y yo les seguimos.
David se sentó en una butaca lateral a la chimenea y me señaló el asiento a su lado.
-Ven Ángel siéntate a mi lado y déjame que te mire. ...
... -hice como me pedía, me sentía algo ridículo con mi ropa y más cuando notaba que me miraba intensamente.
-Estas muy interesante vestido de esa manera tan íntima. -cada minuto que pasaba me iba poniendo más nervioso, no creía merecer tanta atención por su parte y que descuidara la charla con don Mateo, para terminar de ponerme temblando colocó la mano sobre mi rodilla apretándola con suavidad pero enérgico.
-Ana María nos ha llenado de paquetes para ti, y también Eduardo me entregado este paquetito pidiéndonos que te lo entregáramos personalmente. -retiró la mano de mi rodilla y sacó una pequeño envoltorio del bolsillo interior de la chaqueta que me alargó.
Dudé sobre si debía abrirlo en ese momento, pero Victoria terminaba de llegar con una criada y antes de servir el te se me quedó mirando, a mi y al envoltorio que no me atrevía a abrir.
-Vamos Ángel, veamos lo que el bueno de Eduardo te envía. -sabía que no era por curiosidad malsana y manipulé el lazo que sujetaba el papel adornándolo. Apareció un estuche que se abría pulsando un pequeño botón dorado.
Me deslumbraron los bellos brillantes que desprendían reflejos de luz, engarzados en ligeros eslabones de oro amarillo, debajo de la pulsera había un sobre blanco que no me atreví a abrir en ese momento.
Victoria se cambió de asiento para sentarse a mi lado y muy curiosa mirar la valiosa alhaja.
-Es bellísima, Eduardo tiene que estar muy contento contigo por lo que demuestra tanto interés. -se la entregué ...