1. Entre Hermanos


    Fecha: 11/11/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cabeza e hice que tragará mi guevo. Tanto tiempo esperando por esto, sentir lo húmedo de su boca en todo mi guevo, como hacía el esfuerzo por llegar hasta el fondo y su saliva por todos lados llegando hasta mis nalgas. Comenzó a mamar cada vez más rápido y fuerte, subiendo y bajando por completo. Mientras que con la boca se dedicaba a mi pene, con las manos acariciaba mis bolas llenas de su saliva, las jalaba y pellizcaba, de vez en cuando bajaba a chuparlas una por una mientras me masturbaba muy fuerte con la mano. Parecía que tuviera mil años sin sexo y de pronto le dieron permiso de hacer lo que quisiera. Se entretenía viéndome a los ojos y en ese momento aceleraba el movimiento.
    
    Yo ya estaba que no aguantaba más, si seguía así me iba a correr en un minuto y quería que la noche fuera muy larga. La agarre por las axilas la subí hasta mí y en un movimiento quede encima de ella. La bese como loco, sintiendo mi sabor en su boca y mis manos aprentando sus tetas. Baje mi boca a ellos y fui mordiendo sus pezones, saltando de uno a otro, atrapándolos entre mis dientes hasta que sus gemidos me decían que era mucho.
    
    Seguí bajando besando todo cuanto podía hasta llegar a su vientre. Lo besé por completo, ni un centímetro quedo sin mi saliva; y luego lo que tanto buscaba, llegué a sus clítoris. Con la desesperación de su cuerpo contorsionándose y sus gemidos no perdí tiempo y lo empecé a lamer, la punta de mi lengua haciendo pequeñas figuras sobre él, chupándolo hasta que me ...
    ... jalaba el cabello para que parase. Fue un largo rato que me deleite con su sabor, y mis dedos se habían metido en algún momento en su culo. Sin que me diera cuenta de cómo, estaba mamando el clítoris a mi hermana y con un par de dedos metidos en su culo, entrando y saliendo a toda la velocidad que podía mi mano.
    
    Ella: no aguanto más, necesito sentirte dentro, mételo de una vez, cógeme como una puta, quiere que llenes mi cuca por completo.
    
    Me hizo sentarme en la cama con la espalda pegada a la pared, abrió sus piernas y se fue sentado poco a poco sobre mi. Mi guevo entraba suavemente por lo mojados que estábamos. Cuando llegó hasta el final soltó un pequeño suspiro, se quedo viendo mis ojos y me beso profundamente.
    
    Ella: hermanito me tienes loca, he querido que me cojas desde que dormía contigo y sentía tu guevo latiendo en mi culo. He fantaseado contigo cada vez que conseguí mis pantys llenas con tu leche, necesitaba tenerte dentro, hazme todo lo que quieras cuando quieras, no te voy a negar nada, sólo cógeme siempre como esta noche.
    
    Yo: hermanita he querido hacer esto hace mucho tiempo también, te voy a coger todos los días, te voy a dar toda mi leche por todos lados. Eres mi hermana y mi putita, jamás de voy a dejar de complacer.
    
    Un beso y así quedaba sellado nuestro pacto. Siguió subiendo y bajando, clavándose mi guevo hasta el fondo con tanto frenesí que creí que me lo iba a romper, aunque lo que más me volvía loco era cuando hacia círculos y se quedaba viendo ...