Los dos chavales de la sesión golfa (1)
Fecha: 17/11/2020,
Categorías:
Masturbación
Autor: hector.richvoldsen, Fuente: SexoSinTabues
Hace casi dos años que trabajo en unos multicines, y la verdad es que en este tiempo he visto de todo. Desde parejas montándoselo en la última fila con la sala medio llena hasta gente llevando a sus crios de 5 o 6 años al estreno de películas de terror, pasando por peleas, vómitos, gente que se levanta en mitad de la película para destripar a gritos el final o algunos que se quedan dormido y tienes que despertarles para poder limpiar la sala. En fin, un poco de todo, y teniendo en cuenta que tan pronto estoy en la taquilla, de acomodador o en la cabina, he podido ver situaciones de todos los tipos. Es un cine bastante tranquilo, solo tiene tres salas, y ni siquiera se llena con los grandes estrenos, pero gracias a la miseria que nos pagan a los cuatro empleados que somos consiguen sacar algo de beneficios. Llegados a este punto, y antes de contar lo que tenía pensado, he de confesar un par de cosillas para que se entienda mejor. Lo primero es que soy gay, nunca me he atrevido a confesárselo a mi familia pero lo asumí hace 7 años, cuando a los 14 me enamoré locamente de mi profesor de Lengua. Y lo segundo es que soy un pajillero compulsivo. Da igual que tenga pareja estable o no, siempre cae una paja o dos al día. Más de una vez, mientras estaba en cabina viendo por décima vez un tostón de película me la he cascado, con el morbo añadido de estar a escasos metros del público. Hace unos días, el sábado pasado concretamente, me tocó estar en cabina hasta la última sesión, la de ...
... las 00:30. Para colmo de males, la película que me tocaba poner era una españolada, de risa tonta y en las que a la mínima la protagonista sale en pelotas. Tenía alguna escena subidita de tono (hetero, por desgracia, aunque ya me la había cascado dos o tres veces con el culo de Unax Ugalde), pero el argumento era de lo más tonto. A la sesión de las 22:00 que es la que suele llenarse más habían ido 5 o 6 personas, pues llevaba casi un mes en cartel y el que estaba interesado en verla ya lo había hecho. Así pues, tenía incluso la esperanza de que no entrase nadie y pudiera largarme a casa un rato antes (con el consecuente descuento de sueldo, claro). Pero no, no fue así por culpa de dos chavales que no tenían otra cosa mejor que hacer. Con la de cosas que hacía yo los sábados por la noche cuando tenía 14 años. En fin, el caso es que me tocó quedarme, y como no estaba dispuesto a tragármela una vez más, me puse a leer un libro, El Guardián entre el Centeno, concretamente. Ya me lo he leído varias veces, pero como es cortito, me gusta releerlo de cuando en cuando. En esas estaba cuando calculé que ya debía estar la única escena que valía la pena de la película, la del desnudo de Ugalde. Solo salía de espaldas, claro, pero ese culo era para esculpirlo en mármol. Eché un vistazo a la sala, no fuera a ser que los dos chavales me estuvieran montando alguna, que no sería la primera vez. Tenían pintas de malotillos, con su ropa Quiksilver y El Niño, unos cuantos piercings, el pelo de ...