1. Bolsitas


    Fecha: 21/11/2020, Categorías: Gays Autor: shotaboy, Fuente: SexoSinTabues

    En fin, cuando cumplí 9 años debía ayudar a llevar dinero a la casa en donde solo vivíamos mi abuela, mi hermano mayor de 14 años y yo. Mamá y papá? bien gracias. Total que decidí acompañar a mi hermano Salvador a vender bolsas plásticas en el mercado dominical que se atestaba de gente. Llegando allá Salvador me indica que nos separemos, que él vendería por un lado y yo por el otro, así lo hice, ofrecía mi mercancía por monedas (A mundo! cuando en Venezuela servían para algo las monedas), estuve así toda la mañana de ese domingo, hasta que adentrándome en los locales más alejados y desiertos del mercado ví a unos muchachos (amigos de Salvador) cuchicheando y por mera curiosidad me acerqué a preguntarles si sabían dónde estaba, uno de ellos me dijo que lo había visto ir acompañado de un señor rumbo hacía X parte, dirigiéndome allí casi sin mercancía bien cargadito de monedas divisé en un galpón en desuso, las bolsas grandes que mi hermano vendía en un pipote oxidado, cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad de allí, vi a Salvador sin pantalones sentarse con entusiasmo en las piernas de un señor bien rasurado, de creo que cuarenta y pico de años, también sin pantalones resoplando como si algo le doliera. Salvador saltaba dando fuertes sentones sobre aquel hombre, yo quedé asombrado, al enfocarme más noté que había un apéndice enorme, rígido y baboso entre las piernas de aquel señor, y lo que es más, aquel enorme miembro parecía meterse dentro de mi hermano, Salvador ...
    ... gemía con una voz muy diferente de la que usaba habitualmente, más fina como de mujer, ocasionalmente sacaba la lengua o se mordía los labios mientras el hombre se sincronizaba con la sentona de mi hermano levantando su cadera ligeramente lo que en seguida incrementó sus gemidos. Te gusta bebé?- exclamó aquel hombre esforzado. Si! Me gusta mucho!- dijo Salvador extasiado como nunca lo había visto. Donde quieres tu leche?- preguntó. En mi boquita!- volvió a responder Entonces en rápidos y potentes movimientos el señor multiplicó su intensidad bombeando el culo de Salvador con gran fuerza haciéndolo gritar como niñita hasta que el hombre dijo <<Ahora!>> y dejándome ver el enorme miembro que había recién ultrajado su culo, Salvador se salió de él y arrodillándose frente al señor sentado en una banca se metió su cipote a la boca mientras el otro se lo sacudía con la mano exclamando palabras sin sentido mientras mi hermano tragaba algo que salía del miembro adulto con mucho esfuerzo. Ambos parecieron haberse refrescado luego de aquello, el señor le pasó a Salvador una bolsita con billetes arrugados, grandes para la época, le dio un beso mientras le apretaba las nalgas y se puso a buscar algo dentro del galpón. Yo me fui de allí corriendo, ninguno de los dos me había visto; al mediodía mi abuela nos esperaba con una olla de sopa de costillas de esas que solo se disfrutan bien en domingo, mientras comíamos Salvador me pregunta, ¿Cuánto hiciste? 50!- le dije sin levantar la voz. JA! Yo ...
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