1. Bolsitas


    Fecha: 21/11/2020, Categorías: Gays Autor: shotaboy, Fuente: SexoSinTabues

    ... hice 150! - me espetó con el pecho inflado. Pude haber dicho algo, pude haberlo dejado en ridículo, pero en lugar de eso me callé, terminé de comer y me fui levantando polvo hasta el mercado, después de mediodía solo quedan los vendedores recogiendo sus pertenencias a punto de irse; sin embargo, no es como que el mercado tuviera puertas o cerca, era más bien un cúmulo de puestos de metal apiñado formando caminos, callejuelas y recovecos junto a unos galpones que antes se usaban para algo, pero en ese momento solo eran el cobertizo de los vecinos que vivían cerca de allí. Llegué al galpón donde había visto a mi hermano saltando sobre el señor, entré buscándolo con la esperanza de hallarlo pero no había nadie, me decepcioné dando la vuelta para irme a la casa hasta que escucho una voz de hombre llamarme "tú chavalo, ¿Qué haces ahí?", quedé vuelto piedra, allí estaba ese mismo hombre, al recordar la escena con mi hermano mi vista se dirigió por reflejo a su bulto, recuperando el sentido le dije. -Señor, yo también quiero jugar! -Perdón, que?- respondió confundido. -Jugar, como estaba jugando Salvador con uste en la mañana! . - El señor se quedó en frío un momento. -Así de saltar y beber leche! como Salvador!- dije en un vocabulario por demás infantil -Es que quiero que me de plata para ganarle! Ah!- exclamó él- lo que asumo que quieres es que te de plata; pero niño eso no es fácil de ganar- dijo él. -Y como se hace entonces? -pregunté inocentemente a lo que este señor no tardó ...
    ... en responder. -Muchachito inventor, tu sabes que esto trata de que yo te meto la paloma en el culito?- dijo el y recalcó -Te va a doler que jode y no te voy a dar plata si te arrepientes a medio camino. -No se preocupe que yo no lloro!- fingí hombría y coraje, todo lo que quería era restregar mi victoria sobre la cara de mi hermano. -Ah bueno, a qué hora debe llegar uste a su casa, ah? -Yo siempre estoy en los cerros o en el río y siempre acostumbro a llegar de tarde-noche, a veces en la nochecita. -Tá bien!- dijo con un brillo de malicia en sus ojos - Pero aquí no, sígueme. Me subió en su camioneta esperrugía como una chatarra andante y anduvimos por fuera del pueblo hasta su casa, una moderada casa rural con árboles frutales ocasionales y una inmensidad de girasoles, sorgo y ajonjolí que se extendían por varios Kms. y que además eran de él, Ese día domingo nadie trabajaba en la hacienda así que la casa estaba sola, entré y me impresionó su colección de bienes, y no es que tuviese mucho pero comparado a la humilde casita de tablas en la que vivía había mucha diferencia social. Me abrió las puertas dobles de su cuarto, una habitación de paredes desteñidas, guardarropa viejo, y una cama muy alta con un colchón bastante amplio e incómodo como todos los colchones de la época, entré y mientras se desvestía me indicó que lo imitara, con algo de pena me quedé en calzones y arrodillándose ante mí me tomó de la cintura y sentándome en la cama quedé a la altura perfecta, el señor me ...
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