-
Bolsitas
Fecha: 21/11/2020, Categorías: Gays Autor: shotaboy, Fuente: SexoSinTabues
... mis labios rojos de tanto morderlos comenzaron a recuperarse y a expresar sensaciones mas cercanas a la relajación que al placer frenético, hasta que. Que rico! -dije sin saber, de forma tan sutil e infantil que el señor Damasio poseído por un espiritu de macho semental me dijo -Chavalo Maríco, a ver si te gusta así, eh?!- su cuerpo se endureció, la temperatura de su pene se disparó y aferrandose a mis hombros pasó de penetrarme duramente a tratar de atravesarme con su pene hasta que este se asomara por mi boca con los restos de mi sistema interno, literalmente podía sentir el contacto entre su pene y la cama a travez de mi vientre, el dolor fué descomunal, pero para ese momento de estímulos logré aferrarme a esa sensación de sabor gustoso dentro mío y la moldeé con mi cuerpo hasta que conseguí adueñarme del placer de ser violado por alguien varias veces mas grande, pesado y fuerte que tú, que somete tu voluntad a la suya mientras amalgaman sus cuerpos a la fuerza, como un martillo que une dos metales para producir una aleación virtuosa, así me sentía, el resto del universo no importó mas, tan solo eramos él y yo, nosotros unidos por un acto tan basico y antiguo como barbárico y majestuoso, allí encima de mi un hombre mayor me tomaba como su amante, comprendí mientras el señor bufaba y penetraba con mucha fuerza y poco tacto (actos propios de un preorgasmo) que él me tomaría sexualmente siempre que yo me presentara ante él, no solo por el dinero que me daría sino por el mero ...
... placer de sentirme libre, de entregarme a sus deseos y caprichos voluntariamente para que me use y me dé tanta verga como él quiera, me aferraré a partir de ahora a disfrutar de sus invasivo miembro conquistándome desde adentro. Lava y fuego fueron expulsadas en mis paredes anales mientras un alarido, casi rugido hacía retumbar los cristales del ventanal, espelucando mi espalda al sentirme marcado como propiedad sexual única e intransferible, creada y afinada para su deleite. la lava se enfrió convirtiéndose en un ungüento cremosos y fresco que se derramó sobre el piso de baldosa rustica al retirar su instrumento de mi intestino grueso, el vacío se apoderó de nuevo de mí, no alcancé un orgasmo; pero sin lugar a dudas haría cualquier cosa por recrear es extravagante placer carnal. Para terminar el cuento, Damasio me lavó con cuidado ofreciendome disculpas ya que su intensión no era la de deslecharse con mi culito el día de hoy; pero que algo en mí rompió su pudor y entregandose a su lujuria dió rienda suelta a sus deseos mas oscuros, me puso algo de ungüento balsámico y dormí en su casa junto a él, al llegar a la mañana siguiente a mi casa casi me llevo una paliza que de haber existido en ese entonces habría sido publicada en los records Guinnes; pero el señor Damasio en su camioneta le explicó a mi mamá y abuela que le había estado ayudando en su finca con unas gallinas y otros animalitos que se le habían "escapado" y que yo le fuí de gran valor por lo que me pagó 5 billetes ...