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Mi primer trio con mis tias
Fecha: 23/11/2020, Categorías: Grandes Series, Autor: Cabrera1993, Fuente: CuentoRelatos
... minutos de esta mi segunda corrida, ví como Julia se acercaba a Bea, le ofrecía sus labios y ambas se besaban apasionadamente dándose sus respectivas lenguas. Dicha escena volvió a hacer que mi pene se parara nuevamente lo cual visto por Julia hizo que le dijera a Bea: —¿Has visto Bea que maravilla nos hemos encontrado? Se ha corrido ya dos veces y vuelve a ponerse en pie de guerra. Esta vez te lo dejo para ti para que acabes con él y le hagas que no se olvide de sus queridas tías. Bea se levantó de la cama e hizo que me levantase yo también. Me colocó de espaldas a ella mirando a la pared y acercó sus labios a mi oreja y me dijo: —Sobrino, prepárate que viene el fin de fiesta. No te arrepentirás de haber estado con nosotras en toda tu vida. Bea se apretó a mí por detrás haciéndome sentir su pubis sobre mis nalgas rozando su vestido contra mi piel. Empezó a besarme el lóbulo de mi oreja con sus labios y con su lengua. Mi tía me estaba poniendo a ¡mil! De pronto mi tía me hizo girar y se puso apoyada en la pared de espaldas a mí mostrándome sus nalgas totalmente expuestas para mí. Se agachó apoyando sus manos en la pared y con ojos de tigresa me dijo: —Andrés ahora te toca lo mejor y no quiero que me falles. Vas a follarme el culo hasta hacerme reventar así que ...
... Julia quiero que le ayudes a que lo haga bien. Julia agarró mi verga que estaba totalmente parada y la dirigió hacia el agujero anal de mi tía Bea. —Ten cuidado y no tengas prisa que quiero que disfrutes de lo que vas a sentir. Debes penetrarme poquito a poco para no lastimarme, ¿entiendes? Empecé a apretar suavemente el agujero anal de mi tía y sentí como gemía sintiendo mi masculinidad sobre ella. Mi penetración fue algo más audaz y conseguí meterle mi cabeza lo cual le hizo dar un grito desgarrador. Mi tía lloraba del dolor que sentía, pero no quería que saliera de ella por lo que apreté de nuevo hasta clavarle mi pene en su totalidad. Ahora sí que casi pierde el sentido, se quedó sin respiración y le dijo a Julia que se abrazaba por dentro, que era mucho mejor que la de su marido. La agarré del cabello y se la clavé cada vez con mayor rotundidad sintiendo como me acompañaba con el movimiento rotatorio de sus nalgas. Mientras Julia le daba a Bea su lengua para que se la comiese, era una imagen que me ponía a tope. Nunca imaginé a mis tías dándose sus lenguas. El momento culminante se acercaba y mi tía se agachó como pudo entre mis piernas y agarró con fuerza mis testículos haciéndome correr dentro de ella sin poderlo remediar. Nos corrimos los dos juntos a la vez.