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El conserje
Fecha: 29/11/2020, Categorías: Gays Autor: Amanda747, Fuente: CuentoRelatos
Los que leyeron mi anterior escrito ‘Mi lista de amantes’ recordarán que el conserje del colegio donde solía estudiar me folló varias veces en su cuarto dentro del colegio que era donde vivía. La mención de él en mi lista me lo regresó a la mente y después de mucho pensarlo me decidí a hacerle una visita. Fue así como sucedieron las cosas que ahora voy a relatar. No sé debido a qué circunstancia ese tipo me atrae, no porque sea atractivo, para nada, es un cincuentón, barrigón y sucio, sólo que tenía una forma de mirarme que me metía la pija con la mirada. Todo sucedió una tarde en que tuve que regresar porque había olvidado mi celular en mi locker. Toque la campana un par de veces y cinco minutos después apareció don Ignacio vestido con un sucio jean y una camiseta de tirantes. - Qué se le ofrece señorita Amanda -me preguntó con su mirada fija en mis tetas. Esa tarde llevaba también yo una playera de tirantes y un short rosa bastante ajustado, la verdad es que sólo tenía planeado tomar mi celular y regresar a casa a descansar y quizás masturbarme, andaba en mis días y a mi me sucede que eso me pone más cachonda de lo habitual. - Olvidé mi celular en mi locker y vine por él -le dije algo inquieta teniendo sobre mis tetas los ojos clavados de ese pervertido. Ese tipo es capaz de mamarle las tetas a una chica con los puros ojos. - Pasele señorita Amanda, yo la acompaño, no vaya usted a perderse - me dijo el cínico mientras caminaba a propósito detrás mío para ...
... irme viendo el culo mientras caminaba. Podía sentir el peso de su mirada en mis nalgas. Cruzamos el patio y nos dirigimos hacia los lockers que están ubicados en un rincón del patio central. Al llegar a ellos caí en la cuenta que había olvidado la llave del candado en mi casa. Le dije apenada que tendría que regresar a mi casa pero me dijo que no era necesario, que en su cuarto tenía una ganzúa y que con ella podría abrirla. - Acompáñeme señorita Amanda - me dijo el tipo sin quitar los ojos de mis tetas. Era un rumor entre compañeras que don Ignacio había sido descubierto por algunas chicas masturbándose en algún aula del colegio y que calzaba grande. Se sabía también que ya se había follado a dos o tres chicas y que era una gloria en la cama. Cruzamos el pasillo que conducía a su habitación, no sé porqué caminé con él en lugar de esperarlo y, cuando abrió la puerta, pude ver un catre distendido, su escaso mobiliario y bastante polvo. Supe que la higiene no era lo suyo y aun así entré a su habitación. Al ver el catre me pregunté si allí ya se habría follado a alguna de mis compañeras. - Sientese señorita Amanda -me dijo no en un tono gentil sino de manera un poco tosca- no vaya usted a cansarse mientras yo busco esa pinche ganzúa. Dónde la habré dejado -decía mientras se paseaba por el cuarto pasando cerca de mi sin ocultar su mirada pegada a mis senos. En ese momento me percaté que este tipo tenía un cierto tipo de magnetismo animal, no era gratis que entre ...