1. Como mueve el culo la mojigata de mi madre


    Fecha: 05/12/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: tila_ra9, Fuente: CuentoRelatos

    ... la espalda (alucinante, mi madre después de meterla mano me pedía que diera cremita)
    
    Se tumbó boca abajo y le di un buen masaje con la crema. No quería estropear el momento y a pesar del calentón, me contuve y la dije:
    
    -Mamá tienes el trasero rojo, si quieres también te pongo un poco de crema.
    
    -Vale. -Contesto
    
    Me puse ciego que repaso la pegue en su culazo. Me quedaría a vivir en el, pensaba, mientras se lo robaba, y se lo robaba. Poco a poca me atreví a ir a más y mis dedos resbalaban por su raja, rozándole su prieto ano y su rajita rosada, ella se estremecía, suspiraba y se movía nerviosa.
    
    -Basta, basta dijo dándose la vuelta.
    
    Pensé que la fiesta había acabado, pero me atreví a echarle un chorro de crema en su tetazas y empecé a sobárselas. Ella no dijo nada, con lo ojos cerrados, seguía suspirando. Yo por mi parte, no podía más, continuaba amasando su cuerpo de diosa, baje hasta su conejo, se lo toque y le metí un par de dedos, lo tenía encharcado. De repente empezó a separar sus piernas, pidiendo más con los ojos cerrados. No me pude resistir, me coloque entres sus piernas, apunte mi pene en su cueva y de un solo estoque, como un cuchillo caliente en mantequilla, entro hasta el fondo. Me rodeo con sus piernas los riñones y dijo: -Pedrooo (Es como se llama mi padre)
    
    Un par de envites y me corrí como un animal. Le llene el coño de leche. No creo que ella se corriera, puesto que seguía moviéndose cuando abrió los ojos:
    
    -Pero que hemos hecho. No ...
    ... puede ser... No puede ser... repetía mientras se iba a su cuarto y le chorreaba por sus muslos mi corrida.
    
    Se encerró en su cuarto y no salió hasta el día siguiente. Esa noche la oí llorar y no pude evitar que aflorara en mí un sentimiento de culpa.
    
    Al día siguiente, llegamos a la playa de siempre, pero las cosas habían cambiado. No nos desnudamos, mi madre parecía triste, estaba ojerosa.
    
    Tuvimos una larga conversación, hablamos de lo humano y lo divino, pero sobre todo de lo que había sucedido. Era un accidente. No volvería a suceder más. Eso es lo que acordamos pero ella y yo sabíamos que nuestra relación no volvería a ser la misma.
    
    Después de una charla interminable mi madre parecía recobrar la sonrisa en su rostro, y la verdad es que la terapia a mí también me ayudo (al fin y al cabo no habíamos hecho nada malo, es más yo me lo pase bastante bien, pensé).
    
    Mi madre me confeso que las relaciones sexuales con mi padre no eran muy frecuentes y que había perdido el control (menudo patán era mi padre, no tener relaciones con una mujer así. Yo me hubiera pasado la vida follándomela)
    
    -Bueno aprovechemos nuestro último día de playa. -Y diciendo esto se volvió a despelotar. Me dejo bastante sorprendido.
    
    El día paso tranquilo, y mi madre parecía bastante desinhibida. Incluso se atrevió hacer un comentario sobre el pene de un viejete:
    
    -Menudo aparato tiene ese. Aunque el tuyo tampoco está mal -me dijo mirándome la polla. Se ruborizo y se fue a bañarse.
    
    Era ...
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