Mi amigo Clever
Fecha: 07/12/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... pronto y luego nos deja sueltos a los tres”.
—”Fabuloso, hasta luego”.
—”Hasta luego”.
Verdadera sorpresa para mí. Pensé que le sentaría mal y para Conrado era un tío que estaba bueno. Jamás lo podía imaginar, pero me alegró tanto, que me fui a la cocina a comer lo que me habían ofrecido las mujeres. Besé a Rosario, besé a Mercedes y les dije:
—”Aquí estoy dispuesto a comerme todo lo que me pongan”.
Se pusieron de contentas como nunca; contentas, mimosas y charlatanas. La única cosa que me sorprendió de ellas fue la siguiente:
—”No sé cómo se van a arreglar dos chicos solos en la casa de la playa”, dijo Rosario.
—”Y ¿qué comerán estos benditos niños?”, decía Mercedes.
—”Prometo llamar cada día o cada dos días y si tengo hambre, vengo a recoger algo que me preparáis para los dos o... para los tres”, les dije con sorpresa.
—”¿Qué tres?, ¿quién es el otro?, preguntaron.
—”El chico más guapo de su barrio...”, dije con suspense.
—”¡Conrado!”, dijo Rosario.
—”Pero quiero una promesa ahora: un día ha de presentarnos a ese chico que viene de Madrid”, dijo Rosario.
—”Por supuesto, Rosario, vuestros deseos son órdenes para mí”, dije complaciente.
—”Este chico es un cielo”, decía Mercedes.
Me fui a la ducha y, aunque me apetecía, no me masturbé para guardar reservas para la noche, porque pensaba que la noche, víspera de fiesta, es larga, calurosa y erótica. Además, pensé que los tres ya estábamos soñando de la misma manera: cómo pasar un ...
... verano muy erótico. No me equivoqué; ya estaba a punto de salir al garaje para no hacer esperar a mi padre, cuando me llamó Conrado:
—”¿Viene de visita o para todo el verano?”.
—”Creo que para todo el verano”.
—”¡Qué bueno!”.
—”Sí”.
—”¿Vais a estar aquí o en la playa?”.
—”Cómo que vais?, ¿es que no vas a venir”.
—”Yo quisiera, pero...”.
—”Pero qué, a ver dime, cabrón, ¿qué te pasa ahora?, ¡no seas marica, dime!”
—”Es que tendré que buscarme trabajo para estos dos meses...”.
—”Ya; habrá que arreglar eso”.
—”Hasta luego”.
—”Hasta luego”.
Llegó mi padre. En el camino le pregunté dónde íbamos a vivir si en casa o en la playa. Me dijo que donde quisiéramos, pero que el chico venía con la idea de que estaríamos en la playa. Y continuó:
—”Mamá me ha dicho que este año ella no va a la playa. Si vosotros queréis os busco alguien para que os limpie la casa y os cocine y os quedáis los dos allí. Yo iré alguna vez...”
—”Conrado”.
—”¿Conrado?, ¿qué le pasa a Conrado?”, preguntó mi padre.
—”He invitado a Conrado y me ha dicho que este verano tendrá que buscarse trabajo..., si quieres...,” le insinué.
—”¿Cuando veo a Conrado?, preguntó.
—”Ahora en la estación”, respondí.
En la estación del AVE no tuvimos que esperar mucho para que apareciera Conrado, saludó a mi padre, me dio un abrazo y mi padre me dijo que esperara. Le dijo a Conrado que lo siguiera y habló con él aparte. Antes de que llegara el AVE regresaron y Conrado venía con una ...