1. Mi amigo Clever


    Fecha: 07/12/2020, Categorías: Incesto Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... sonrisa de oreja a oreja y mi padre me dijo:
    
    —”Conrado limpiará la casa y preparará la comida para los tres y para cuando yo vaya. Si Roxana quiere ir, no le hagas un feo; reservad su habitación limpia y siempre a punto por si va; que nadie la ocupe. Vosotros os encargaréis de la compra. Hacédselo pasar bien al chico de Próspero, que no me acuerdo cómo se llama”, dijo mi padre.
    
    —”Clever, papá; se llama Clever y te aseguro que lo pasará muy bien, porque estamos decididos a eso”.
    
    —”Su padre va a salir al extranjero en una misión especial, tardará algo más de dos meses. Todo el tiempo que se alargue la ausencia de su padre es vuestro, que sea feliz; ah, y no arriesguéis vuestra vida en el mar”, sentenció mi padre.
    
    El AVE llegó. Clever llegó con una gran maleta. Yo pensaba para qué se lleva tanta cosa si total vamos a ir todo el día y toda la noche sin nada, sin vestido, solo gorra, gafas y zapatillas, como decía Conrado de que nosotros usamos “triquini“, es decir, gorra, gafas y chanclas. También era comprensible que cuando uno sale de su casa para dos meses o más, quisiera llevarse su mundo consigo, por eso me explicaba también lo de la maleta tan grande. Nos abrazamos, nos besamos. En un momento estuvimos los tres abrazados muy apretados hasta que mi padre nos dijo que nos íbamos a cenar. Fuimos a cenar. En el coche y en la cena no paramos de hablar los tres y de hacer proyectos e irnos donde Eugenio y viajar en su barco y lo bien que lo pasamos y nos acordamos ...
    ... de Antoine. Mi padre nos dijo que era una gran idea y por eso hablaría con El Capitán para organizar otra pesca en el barco. Jamás entendí porque llamaban pesca si nadie echaba ni el más mínimo anzuelo, pero seguro que era un lenguaje de los mayores. Pero sí, justo del 25 al 28 de junio estuvimos en el barco en una travesía que nos llevó hasta Cartagena. El cocinero del barco fue Conrado, aunque le ayudábamos todos los jóvenes. Estuvo también Antoine con un amigo suyo que se llamaba Tasio.
    
    Cinco días a principio de julio estuvo Roxana con nosotros, solo salía de su habitación para comer. No supo pasarlo bien y no vino más.
    
    Decidimos ocupar una habitación, la mía, porque cabíamos los tres. Cuando hablábamos de esto Clever dijo:
    
    —”Uno dentro de otro cabemos en el pasillo”.
    
    Clever resultó ser muy divertido sobre todo por sus frases fuera de lugar o imposibles de realizar, pero llenas de contenido erótico. Nos dedicamos a comer, dormir poco, nadar, correr por la arena. Conrado, sin embargo mantenía la casa muy limpia y los viernes se propuso no salir con nosotros a ninguna parte para hacer una limpieza a fondo de la casa.
    
    Yo había aprendido de un taxista del que me hice amigo a follar en toda regla y me vi en la obligación de enseñarlo a Clever y a Conrado. Para Conrado no fue una novedad, pero para Clever fue un total y verdadero descubrimiento. Sí, fueron muchos días, tres muchachos juntos, desnudos todo el día y no pasar a mayores no era factible. En la farmacia ...
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