Prostituta sentimental
Fecha: 17/12/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Horny, Fuente: CuentoRelatos
... largo beso vinieron muchos mas a cual mas delicioso. Si me pregunta la trama la película no se responder, trataba de concentrarme y no podía, trataba de poner fin a la situación y mi voluntad no respondía, parecía anestesiada con sus suaves labios, con su aliento, con las yemas de sus dedos en mis manos y en mi cara. Cada poro de mi piel lo deseaba, gritaba cuanto anhelaba sentirlo por completo y en privado.
Con la poca cordura que me quedaba me separé ligeramente de su boca, cosa que me costó muchísimo trabajo. Traté entonces de concentrarme en la película aunque un ojo estaba puesto en la pantalla y el otro miraba su perfil. Su mano que entrelazaba la mía se desvió entonces y comenzó un movimiento lento y suave en mi pierna. Sus dedos juguetones acariciaban la parte interna de mis muslos subiendo despacio hacía mi cada vez mas caliente cueva cubierta por el pantalón y un par de prendas mas.
Mi respiración cada vez era más agitada y el lo notaba por su codo en mi vientre el cual sentía las inevitables vibraciones de mi cuerpo bajo su mirada exquisitamente sensual y su cálida mano. Tímidamente me animé a acariciar una de sus piernas y luego suavemente su verga por encima del pantalón. Se adivinaba tiesa y ansiosa.
Odiaba la ropa que tenía puesta. Mi yo voyerista deseaba estar en falda, sin bragas, que me acariciara con sus manos directamente sobre mi piel y correrme ruidosamente delante de todos. Habría dado cualquier cosa por poder liberar su verga y acariciarla ...
... piel a piel o incluso darle una repasada con mis labios. Pero me contuve, quería ir mucho mas allá pero me sentía intimidada al saberme rodeada y a lo mejor observada. De haber estado en la última fila de seguro me atrevo a hacer algo loco pero al tener espectadores atrás mi educación y mis tabúes no me lo permitían.
Estábamos casi a punto de explotar cuando me hizo una pregunta liberadora aunque difícil de contestar dada mi condición de mujer casada. Me preguntó si quería seguir "viendo" la película o si me podía secuestrar. Sentí algo extrañamente placentero cuando dejó entrever su deseo sexual hacia mí, sin promesas, sin mentiras, sin daños a terceros ni a "segundos", solo sexo en su más pura e infinita expresión. Y en mi alma de débil niña, que escondo por ahí, eso me encanta.
Tardé en contestarle unos minutos que se me hicieron horas; sentimientos encontrados me invadían. Temía decir si, temía decir no y me quedé callada mientras pensaba y sopesaba las dos opciones porque cada cosa que hacemos siempre trae consigo una consecuencia. A la hora de la verdad dije que si tímidamente pues era lo que realmente deseaba. Y dándome un beso me dijo, vámonos antes de que termine la película. Y nos fuimos. Antes de salir nos besamos y acariciamos de nuevo en la puerta; de nuevo mi imaginación voló y casi le propongo hacerlo en el baño pero me contuve pues hay lugares más cómodos que un inodoro. Confieso que al estar ya en la calle me sentí presa del pánico, pensé incluso en salir ...