1. Prostituta sentimental


    Fecha: 17/12/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Horny, Fuente: CuentoRelatos

    ... debo reconocer que hay cierto deleite en ser promiscua…. Cada nueva aventura es como si me recargaran las baterías…. Me siento más joven, la vida adquiere sentido y me veo mas linda.
    
    T: ¿Realmente crees que tus conquistas te hacen más valiosa?
    
    Claudia: Pues, mis "acciones" suben…. Mi ego se infla…. Para mí es muy importante, es como pasar en autoexamen, ¿me hago entender?
    
    T: ¿No te sientes utilizada?
    
    Claudia: Un poco, es de parte y parte, yo también los utilizo. Gajes del oficio…. Caramba, dije oficio ¿no?
    
    Claudia estaba atrapada en una ambivalencia, era evidente. Su mente saltaba de un extremo al otro y su estado de ánimo también. Como la versión femenina del Dr. Jekyll y el señor Hyde, en ella habitaban la "buena" y la "mala", la santa y la fácil.
    
    ¿Por qué no era suficiente la aprobación y la aceptación de su marido, si ella decía amarlo? Para Claudia, la opinión de su esposo estaba contaminada por el afecto: "El me ve con los ojos del enamorado". El testimonio del cónyuge estaba sesgado y por lo tanto perdía validez. El verdadero reto estaba afuera, con los más bellos y codiciados, con los difíciles, con los que no la amaban. Y cuanto más competencia femenina existiera, mayor sería la victoria.
    
    El negocio estaba hecho: sexo/gozo por romanticismo e interés transitorio. El cuerpo, a cambio de bellas palabras y algo ...
    ... de cariño.
    
    En la mayoría de los varones que tienen sexo sin amor, la eyaculación viene acompañada de un efecto rebote. La atracción incontenible, que un rato antes cegaba su mente y alertaba sus genitales, se convierte de repente en desaliento y profundo fastidio. El imán se invierte y el sujeto sale despedido como alma que lleva el diablo.
    
    Claudia no era ajena a esta falta de concordancia. Los finales tristes le enseñaban que era más deseable que querible. Curiosamente, cada conquista terminaba por corroborar lo que en verdad quería negar. La intención de desquitarse y compensar los viejos fracasos hacía que, inevitablemente, los volviera a ratificar. El resultado era una mente debilitada y anclada a los pormenores de una historia que hubiese sido mejor olvidar.
    
    Claudia solo fue capaz de renunciar a su compulsión cuando aprendió a valorarse a sí misma, más allá de su cuerpo, de las conquistas y de los evaluadores externos. Cuando comprendió que la apetencia afectiva desmedida lleva a la insatisfacción, la infidelidad perdió funcionalidad. Con el tiempo y las terapias sexuales logró redimensionar su sexualidad, aprendiendo a disfrutarla y eliminando el significado mercantilista que ella le había otorgado. Hay cosas que no se pueden comprar ni vender.
    
    "El hombre es fuego, la mujer estopa y viene el viento y sopla."
    
    ANÓNIMO 
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