Perra obsesión (5)
Fecha: 22/12/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Horny, Fuente: CuentoRelatos
... les gustaban. Aparte levemente su braga hacia un lado para poder introducir un dedo entre la tela y su ardiente piel, atraída por su calor, por su olor. Jugué con sus labios unos segundos, recogiendo los licores del placer que destilaba su coño, esparciéndolos por su raja, por su vello, distribuyendo su aroma intimo por toda esa zona. Ella se había apoderado de mi coño, haciéndome una suave paja por encima de la ropa interior, masajeándome, acariciándome levemente, volviéndome loca poco a poco, jugando con mi vello.
No sé cómo nos quedamos totalmente desnudas, retozando sobre el sofá, con una mano yo masajeaba su culo, amasando sus nalgas como si fuese masa de pan, abriéndolas y separándolas, respirando los perfumes que emanaban de su intimidad más profunda, ella a su vez acariciaba las mías con una mano, apretando y aflojando suavemente, acariciando por momentos el suave vello de mi ano y ese trocito de piel que tan loca me vuelve entre la rajita y el ano.
Cambiando ligeramente de posición conseguí meter mi dedo índice en su raja caliente, babeante. La sensación era única, sentir mi dedo abrazado por esas paredes húmedas, calientes y palpitantes era incomparable. En seguida subí la punta del dedo para llegar a su punto G, ella se abrió más de piernas para facilitar la tarea y la vista tan deliciosa casi me lleva al orgasmo.
Comencé a masajear su punto G y al dedo índice se le unió el dedo medio que poco a poco fue entrando por su estrecha rajita, empapándose bien ...
... de sus zumos, jugando, explorando. Tras unos segundos saque el dedo babeante de su chocho y lo lleve de inmediato a su agujerito marrón. Diana dio un saltito y un suspiro de placer en cuanto noto la humedad en esa zona tan sensual. Mientras no dejaba de lado su punto G trazaba círculos alrededor de su orificio secreto, mojando y lubricando toda esa zona. Me lleve el dedo a la boca para llenarlo de saliva, pudiendo saborear la exquisita combinación de sabores, en esos momentos de extrema excitación no hay nada más rico. Mojándolo bien lo volví a llevar a su estrecha puerta trasera, y con un poco de presión empezó a entrar por su húmedo y relajado ano.
La estrechez, el tacto y el calor eran distintos a los del chocho, pero igual de excitantes. El ir abriéndome paso milímetro a milímetro era sumamente gozoso. Diana, acostada de espaldas, piernas abiertas y levemente levantadas, ojos cerrados, disfrutando de la doble penetración digital a la que la estaba sometiendo Nuevamente tuve que hacer esfuerzos para no correrme ahí mismo, estaba excitada a tope, viendo como mis dos dedos desaparecían en el interior de Diana, casi tocándose, notando la presencia el uno del otro a través de la fina membrana de piel que los separaba. Conseguí meter mi dedo medio del todo en su estrecho culito, y comencé a moverlo lentamente, un mete saca casi imperceptible.
Estaba en el colmo de la excitación por lo que saque lentamente el dedo del calor de su culo, y el otro de su abundante humedad. Fue ...