1. Tres días en Rabat


    Fecha: 28/12/2020, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... tragar mi leche
    
    Más risas, nos mandan al aseo para que nos lavemos en la bañera y después nos dejan tumbados en el suelo, desnudos, atadas las manos a las patas de uno de los pesados sofás. Los tres se meten un rato a la piscina de la terraza y después de fumar hachís se tumban a dormir en los sofás tras hablar el jefe por teléfono brevemente con Zora.
    
    —No hagáis tonterías. Quedaréis libres temprano por la mañana si os portáis como os digamos. No habléis y descansad
    
    Chusa ha dormido tres o cuatro horas, se la ve agotada, y yo también lo he conseguido a ratos. No hemos podido hablar, salvo una frase apenas susurrada que dice mi mujer:
    
    —No podemos ir con ellos, de ninguna manera, mañana hay que escapar
    
    Deben ser las siete de la mañana y estamos todos levantados en el centro de la suite escuchando las indicaciones del hombre de más edad, que ha vuelto a hablar por teléfono.
    
    —A las ocho estará Zora en la zona de los autocares con un coche preparado para salir de la ciudad. Todos nos vamos a vestir como si fuéramos turistas utilizando la ropa de los españolitos y saldremos mezclados con los clientes del hotel que van a las excursiones programadas. Estos dos llevarán las bolsas con el oro y el dinero, y en el último momento las cogeremos nosotros para meterlas en el coche y marcharnos. Si no hacéis ninguna tontería, quedaréis libres sin daño alguno, al más leve mosqueo por mi parte, os mataremos a los dos. Tu, cabrón, pide un buen desayuno y después nos ...
    ... vestiremos para salir
    
    Tras desayunar —nos han dejado tomar café y comer algo— han ido mirando en nuestras maletas y tras afeitarse, los dos hombres han cogido unos polos de algodón que les da aspecto de turistas, mientras que Amina viste un vestido floreado de Chusa, poniéndose además una gran pamela. Dan el pego perfectamente. A nosotros dos nos dicen la ropa que nos debemos poner y después nos dan las bolsas conteniendo su botín.
    
    —La zorra vendrá a mi lado con el oro y el buey estará con Amina llevando el dinero. Todos juntos, sonriendo, sin prisa pero ligeritos, en dirección a los autocares y sin vacilaciones, atentos a mis indicaciones
    
    No hemos coincidido con nadie en los pasillos ni en los ascensores, pero el hall es un hervidero con docenas de personas de diversos países que se preparan para ir a las excursiones del día. Salimos a la calle, a pocos metros hay aparcados dos decenas o más de grandes modernos autocares, y cuando salimos hay un lío de impresión de aquellos que están buscando el autobús que les corresponde, conductores, empleados del hotel, lugareños intentando vender souvenirs, agua, refrescos, té, dulces, de manera que andamos muy despacio en medio de mucha gente y cuando el jefe localiza unos metros más adelante a la que debe ser la tal Zora, giramos hacia ella, en el momento en el que un par de autocares empiezan a moverse marcha atrás para marcharse. Chusa me hace un rápido gesto con la cabeza, suelta la pesada bolsa que lleva sobre las piernas de su ...