Tres días en Rabat
Fecha: 28/12/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
... pezones grandes, suavemente marrones dentro de una pequeña areola un poco más oscura. Espalda sinuosa que llega hasta un culo perfecto, redondo, duro, sostenido por unos muslos musculados y unas piernas fuertes, torneadas. Es un cuerpazo que se adorna con un tatuaje pequeño y discreto (son las iniciales de su nombre y el mío entrelazadas con varios adornos arabescos, yo también llevo el mismo tatuaje en el mismo lugar) en el lado izquierdo de su tripa muy cerca del pubis, surgiendo a la vista los gruesos labios sin apenas vello púbico, que de tan rubio apenas se nota. Me parece perfecta, para mí es una diosa, que a sus cuarenta años hace volverse a más de uno y más de tres por la calle para contemplarla y que me pone a mil por hora en cuanto la veo desnuda.
A ella le encanta el efecto que me provoca, sonríe, se arrodilla en el suelo ante mí y coge la polla ya crecida y dura, acariciando con manos suaves, expertas, por todo el tronco. Me agarra con todos los dedos de la mano derecha un poco más abajo del capullo y sube y baja la piel del rabo mientras con la otra mano acaricia los testículos, sin dejar de mirarme a los ojos, con expresión de niña traviesa. Poco después saca algo más que la punta de la lengua y pasa y repasa sus sugerentes labios hasta que están brillantes y muy mojados; hace intención de lamer el capullo, pero no, se echa atrás, sonríe como pidiendo perdón por ser mala y vuelve a sacar la lengua, a acercarse al glande, a no chuparlo y así varias veces, ...
... dejándome con las ganas, aumentando poco a poco la velocidad y la presión del sube y baja de su mano y las caricias en los huevos. Vuelve a acercar su lengua a mi capullo, y antes de que pueda echarse atrás de nuevo, sujeto su cabeza con las dos manos y la empujo hacia mi rabo, en una especie de lucha ficticia que acaba como los dos queremos: mi polla entra de un solo empujón en su boca y empieza inmediatamente a chuparla entera acompañando con la lengua y los labios el metisaca que le estoy dando. Durante un par de minutos sigo follándome su boca, empujando y sacándola mientras sujeto su cabeza con la mano, hasta que me da un empujón y se levanta del suelo, corre hacia la gran cama y se coloca a cuatro patas, con las piernas juntas, luciendo su precioso culo y siseando, gimiendo de excitación. Ahora soy yo quien restriego la polla por todo su mojado coño, pero no se la meto a pesar de sus grititos; lo repito media docena de veces hasta que Chusa levanta un poco más el culo y entonces, de un solo golpe, penetro esa especie de volcán activo que es su chocho mojado y caliente. Desde el primer momento el sonido de chop-chop que provoca la entrada y salida de la polla me indica que está muy excitada. Ahhh, qué bueno es follar con una mujer que te conoce, que sabe tus gustos, que se adapta a tu ritmo y que está deseando darte placer mientras también busca el suyo propio.
Los pollazos son ya de categoría, el ruido constante de mis muslos chocando con los suyos anuncia que ya nos ...