Tres días en Rabat
Fecha: 28/12/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
... y enseña a sus socios lo que creo son unas piedras preciosas que no puedo ver bien, pero que excitan las risas de todos ellos.
—En voz muy baja pregunto a Chusa si está bien, y me hace un gesto con la cabeza arriba y abajo
—¿Qué te pasa a ti, tarao?, ¿quieres que golpee a tu zorra?
El más joven de los tres se ha levantado del suelo como con un resorte y me ha vuelto a pegar un golpe en los testículos con el cañón de la pistola. No es un hombre ni un joven, me acabo de dar cuenta que es una mujer, una chica joven, que pega fuerte; oh, mis huevos, qué dolor.
El que parece llevar la voz cantante se acerca a mí:
—No seáis gilipollas, comportaos bien y no os pasará nada. Si no hacéis caso, sufriréis. ¿Lo entendéis los dos?
Asentimos y ellos siguen a lo suyo.
—Aquí no nos van a buscar, pero tampoco podemos pasar demasiadas horas, tenemos que contactar con Zora para que venga con un coche cuando se calme la situación un poco por ahí fuera y podamos salir de la ciudad. El palo ha sido bueno, muy bueno, mucho mejor de lo que yo esperaba, pero nos van a buscar más y pagarán más a la policía para que nos encuentren. Hay que tener cuidado y pensar bien los pasos que vamos a dar, con calma
Mientras la joven cuenta los fajos de billetes y uno de los hombres cuenta los lingotes, el tercero llama por un móvil y habla en árabe con alguien durante apenas un minuto.
—Está todo muy vigilado. Lo último que saben de nosotros es que se nos ha visto huir a pie por el ...
... camino de la playa, hacia el barrio de Takadoum. Buscan a dos hombres, según dicen en la radio. Eso nos va bien. Lo están poniendo todo patas arriba
Terminada la cuenta, lo que les pone muy contentos, eufóricos, vacían dos grandes bolsos de mano de nuestro equipaje y en ellos guardan dinero y lingotes, por separado.
Se han quitado el turbante y el pañuelo que tapaba sus caras; los dos hombres llevan barba de varios días y el pelo largo mal cortado, uno es más joven que el que entiendo es el jefe, que debe tener mi edad y la chica, muy morena, tendrá veintipocos años. Siguen mirando las maletas para ver qué contienen. A mí me gusta que Chusa se ponga lencería sugerente, erótica, así que cuando ven las bragas, bodys, sujetadores, se empiezan a cachondear y, me temo, a excitarse.
—Mira la putita, se disfraza para poner cachondo a este cabrón; ponte algo de esto, que te veamos
—Te vamos a soltar las manos, vas a ir a lavarte la leche de tu hombre y te pones un conjunto que tenga transparencias y te ponga pinta de guarra. No seas imbécil y haz lo que te pidamos o lo vais a pagar de muy mala manera
Sueltan a Chusa, que se dirige con cara de temor e intentando taparse el sexo con las manos (no tiene mucho sentido dado que desde hace más de una hora la han visto completamente desnuda) hacia la zona en donde están los aseos de la suite. Entra en la bañera (es una piscina de tamaño para cuatro personas, situada a ras de suelo y con posibilidad de hacerla funcionar como ...