1. El principio del fin 2 (como empecé a cometer errores)


    Fecha: 28/12/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Avariciasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... eufórico, me sentía en la cima. Imaginad la escena, joven de 28 años, con más de mil euros en el bolsillo, y con una mujer de cuarenta años que quitaba el aliento. ¿Quién no hubiera seguido adelante en esa situación?
    
    Cuando salimos del casino, Lidia me dio las llaves de su flamante coche y me pidió que condujera yo. Al sentarse el vestido dejaba ver casi todas sus piernas, lo que me producía una erección que no podía evitar. Ella puso la mano encima de mi pierna y al notar mi polla dura, empezó a acariciarla. Al rato me miró y dijo…
    
    .- No creas que eres al único que le apetece, no creas que eres el único que está excitado.
    
    Seguidamente Lidia hecho el respaldo del asiento un poco hacia atrás, puso los dos pies sobre el salpicadero y se quitó la ropa interior. Era una visión muy erótica, ver como aquella mujer se masturbaba mientras yo conducía. Lidia cogió mi mano. la acerco a su coño, y empezó a acariciarse con ella. Yo no aguantaba más, pare el coche en la primera área de servicio que encontré en la autopista, y le dije que necesitaba follármela. Lidia echó mi asiento hacia atrás, me desabrochó los pantalones, sacó mi verga y se la introdujo en su boca. Sus movimientos hacían que sintiera mucho placer, pero yo quería follármela. La separé, y le dije que me apetecía hacerle el amor. Ella se subió el vestido y se sentó encima introduciendo en su vagina toda mi verga erecta. El ritmo de sus movimientos hizo que los dos llegáramos al orgasmo. Todo mi cuerpo se ...
    ... estremecía mientras mi semen volvía a inundar a esa preciosa mujer.
    
    Cuando llegamos a su casa, dejé el coche en el parking, y al querer entrar en el ascensor, Lidia me dijo…
    
    .- Hoy llegamos hasta aquí, ya te llamaré.
    
    La puerta del ascensor se cerró y todo acabó. Otra vez me asaltaron muchas dudas. ¿Qué estaba pasando? ¿Porque mi opinión no contaba para nada? Cogí un taxi y en el camino de vuelta a casa no pude contestar ninguna de los miles de preguntas que había en mi cabeza. Entonces decidí disfrutar de lo que estaba viviendo durante el tiempo que estuviéramos juntos. Eso me tranquilizo, pero ahora puedo afirmar también que fue el primer gran error que cometí.
    
    El domingo, me levanté y salí a dar un paseo por la playa, deseaba que me volviera a llamar, pero no fue así. Por la tarde después de una sesión doble de cine en casa iba a hacerme la cena cuando el teléfono sonó. Al contestar la voz sensual que estaba esperando dijo…
    
    .- Hola Sergio, mañana lunes por la tarde tengo un viaje de negocios y quiero que me acompañes. Te espero a la tres y media en el aeropuerto.
    
    Yo intenté decirle que tenía que trabajar, pero me corto y dijo…
    
    .- No tengo mucho tiempo, ya sabes lo que hablamos, si estás conmigo tienes que hacer lo que te diga y cuando te lo diga.
    
    ¡Y colgó! Otra vez, me colgó el teléfono sin poder ni hablar. Por primera vez me sentí mal, tenía una sensación de inferioridad y tristeza que me invadía el alma. Pero a la vez también la idea de pasar unos días con ...
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