El principio del fin 2 (como empecé a cometer errores)
Fecha: 28/12/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Avariciasex, Fuente: CuentoRelatos
... velada.
Al subir a las habitaciones, Lidia se despidió de mí con un último beso y me dijo…
.- Yo mañana trabajo, pero tú tienes un regalo de mi parte en la habitación. Mañana quiero que me cuentes con todo detalle si te gusto mi regalito.
Yo intrigado fui a mi habitación. Al abrir la puerta me di cuenta que había una luz tenue y que sonaba una música relajante, esto hizo aumentar mi curiosidad y al ir a encender la luz, una voz de mujer dijo…
.- No, no enciendas la luz. Ven, pasa y siéntate en la silla.
Yo no podía salir de mi asombro. ¿Qué estaba pasando? me preguntaba. Y entonces la voz volvió a decirme…
.- Siéntate en la silla, o Lidia se enfadará.
Me senté en la silla y de repente una mujer bellísima salió del cuarto de baño. Era morena, de unos 25 años, con el pelito corto todo peinado hacia un lado, sus ojos eran grandes y verdes, su nariz parecía de juguete y sus labios eran enormes y pintados de rojo pasión. Su cuerpo era escultural, llevaba un conjunto de lencería de color rosa pastel con encaje negro. Sus pechos sobresalían del sujetador como si quisieran escapar, y sus braguitas solo tapaban lo justo para que yo pudiera utilizar algo mi imaginación.
Se detuvo a unos dos metros de mí y empezó a moverse, sus movimientos eran sensuales y provocadores. Se apoyó en la pared y empezó a acariciarse las piernas de arriba abajo, se acariciaba el culo, las tetas, se mordía los dedos de la mano de forma provocativa, y todo al ritmo de un baile ...
... erótico que hacía mi excitación aún mayor. Con voz suave me dijo…
.- Quiero que te desnudes. Lidia me ha dicho que te obligue a hacer lo que yo quiera.
Yo obedecí, me desnudé completamente y me volví a sentar en la silla. Ella siguió moviéndose sensualmente y comenzó a tocarse su vagina por dentro de las braguitas que la cubrían. Mientras lo hacía me dijo…
.- Mastúrbate para mí…
Yo no lo dude ni un instante y comencé a masturbarme, ella para entonces ya solo estaba a medio metro de distancia, se quitó sensualmente las braguitas, puso un pie en encima de mi pierna y cogiéndome del pelo acercó mi boca a su coño para que lo lamiera. No podía creer que me estaba pasando, otra vez estaba lamiendo una vagina de alguien que no conocía, otra vez me estaba haciendo sentir placer una mujer de ensueño.
Cuando los temblores provocados por su clímax cesaron, se separó de mí, se dio media vuelta, se sentó suavemente encima de mí mientras se introducía toda la polla en su estrecho culo. Se movía arriba y abajo, gimiendo suavemente, mientras mi falo entraba y salía por su ano. El placer que sentía era increíble, y esta vez sí que pude aguantar más ya que por la tarde Lidia había hecho que me corriera en el avión. Cuando estuve preparado, la agarre bien las tetas y me preparé para disfrutar. La corrida llegó, y mi semen lleno el ano de aquella morenaza que me estaba tirando.
Agotado, suspire y le pedí que me dijera su nombre, a lo que ella contestó…
.- Eso no importa. Lo ...