35.3 La cruel realidad
Fecha: 23/10/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... hablando un rato, cuando me despedía de ellos María le pidió a Raúl que me acompañara, ella se quedaría con su padre.
Era la hora de comer y Raúl propuso ir a tomar algo en algún restaurante que encontráramos. Era el momento de injerir algo de comida, llevaba más de un día sin atender a mi estómago con algo sólido y le notaba resentido, no había desayunado tampoco y aunque mi cuerpo me pedía a gritos que comiera tampoco sé si sería capaz.
Ninguno de los dos quería hablar de lo que realmente nos preocupaba y comenzamos a rememorar el pasado, los momentos buenos que habíamos vivido con nuestro amigo, como si lo estuviéramos viviendo en ese momento, sonriendo melancólicos.
Continuaba trabajando con su padre y aunque el tío de María le ofrecía puestos tentadores que sabía que algún día tendría que atender, se resistía a dejar a su padre.
Habló por el móvil con María y esta le pidió que me acompañara a dar un paseo, no sé si María deseaba que Raúl se entretuviera y o si era yo el motivo, fuimos andando sin prisa hasta Kensington Gardens, cerca del Royal Albert Hall y allí nos separamos.
-Gracias Raúl por tu compañía, quizá no debía haberte entretenido tanto. –Se abrazó a mí y acariciaba mi espalda.
-Has sido un consueloDaniel, nuestro amigo al que queremos y has venido de tan lejos. –podría decir que las lagrimas le ahogan y que no puedo ver porque no quiero que el abrazo se deshaga.
-Marcho mañana a la tarde y creo que no debo entreteneros más de vuestras ...
... obligaciones, no me he despedido de Gonzalo y de su abuela, en realidad de nadie, si tienes la oportunidad despídeme de ellos.
Durante el trayecto hasta el hotel veía en mi cabeza las figuras de mis amigos, estaban destrozados y los estragos del dolor se reflejaban en ellos. Temí por su salud.
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Domingo
Desperté y recordé lo que había soñado esta noche, después de haber llorado tanto el sueño me venció y al principio fue un dormir intranquilo, desasosegado que causo que me despertara un par de veces y me encontrara encima de la cama y con la ropa revuelta, como si hubiera mantenido una pelea con las sábanas.
Luego en mis sueños aparecía una figura de anchos hombros, me sentía cohibido por su tamaño, actuaba pausadamente y tranquilo no queriendo que me asustara.
Me sentía tranquilo con él, reconfortado y nada intimidado a pesar de su gran tamaño, me sentía muy bien y seguro, tenía mis brazos extendidos a mis costados y él estaba encima de mi cuerpo cubriéndome, no me decidía a tocarle con mis manos.
Me gustaba estar debajo de él y me atraía su gran tamaño, sentir su peso que me aplastaba, sus grandes manos moviendo mi cuerpo para que adoptara la posición que él deseaba, escalofríos de placer recorrían mi espalda haciéndome estremecer.
Era terriblemente bello sentir sus jadeos y su fuerza para moverme de una posición a otra como si fuera su juguete con el que jugara a placer, lo sentía muy tierno y hermoso.
No conseguía ver su rostro, creo que ...