1. La colegiala que deseaba chingarse a su profesor


    Fecha: 14/01/2021, Categorías: Tabú Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    Segunda Parte:Aquella nocheJenny estaba exhausta. Ya sólo vestía sus prendas íntimas y echada en su cama aún reflexionaba. Le había dado vueltas y vueltas al asunto, pero no hallaba cómo lograr su propósito.Y es que tan sólo unas horas antes ya lo había intentado.Jenny se había vestido con prendas que dejaban muy poco a la imaginación.—¡Jenny, se te ven los calzones! —señalóSemi; la hija del Profesor; quien fue la primera en notar la faldita extremamente cortita que su niñera usaba.Al agacharse, dicha prenda dejaba al descubierto no sólo los buenos y suaves muslos, y parte de las tersas nalgas, además de las pantaletas blancas, sino el tremendo panochón que aquellas cubrían y empaquetaban deliciosamente.—Ay, cállate Semi —le respondió Jenny, quien estaba recogiendo los juguetes de la cría.Ya de por sí, la chica estaba nerviosa por ver si lograba conquistar al padre de la niña, y luego ésta, haciendo esos comentarios, no le caía nada bien que digamos.«¿Por qué tarda tanto en llegar?», se preguntaba la joven, inquieta como nunca antes por ver que su patrón, el Profesor, llegara a casa.Cuando la puerta principal se abrió, y escuchó los pasos del padre de Semi, se dijo: «Vaya, por fin».En ese instante la chica, escuetamente vestida, se hincó como si estuviese buscando algo bajo el sofá de la sala.—¿Qué buscas? —le preguntó la criatura que estaba a su cuidado.Y Semi se le acercó curiosa.—Nada, nada. Anda, ya vete a tu cuarto, que si tu papá ve que aún no estás acostada nos regaña ...
    ... a las dos.La chiquilla, oyendo que ya se acercaba su padre, corrió como si estuviera jugando a las escondidillas.Así, cuando el profeFernando entró a la sala, se encontró a solas con tremendo “poto” de la chamaca adolescente bien parado. Su mismísima alumna se lo dejaba ver impunemente.—Hola Jenny, ¿qué sucede, se te perdió algo? —cuestionó él, muy decentemente, pese a las circunstancias.—Sí profe, mis llaves.El Profe, todo un caballero, le ayudó a buscarlas, pero, obvio, no las hallaron. Los que sí se encontraron fueron los labios de la chamaca con los del hombre años mayor, quien inmediatamente se apartó.—Hey, ¡¿qué te pasa...?!—Es que me gustas... ¿no te das cuenta?—No, Jenny. Estás...—Estoy loca de amor por ti profesor —dijo la colegiala y se le fue encima.El púber cuerpo bien delineado de la chavala sería irresistible tentación para cualquiera, pero no para el Profesor Fernando, en quien imperaba lo racional antes que la facilidad carnal. Con firmeza, el profe aplacó los ímpetus de su joven educanda.—Jenny, son tus hormonas las que hablan y no tú. Ahora, por favor, ve a casa y mañana hablamos —le dijo, mientras se deshacía del abrazo jubiloso que le atenazaba.La chiquilla tuvo que abandonar ese hogar totalmente frustrada de no haber logrado su propósito.Al día siguiente se lo confió a su amigaLety.—Ay mana, yo creo que ‘ora sí la regaste.—Pues aconséjame. Dime cómo consigo que...Y se quedó callada por unos segundos, mientras pasaba un grupo de colegiales para que no la ...
«1234»