La colegiala que deseaba chingarse a su profesor - Relatos Eróticos

La colegiala que deseaba chingarse a su profesor

... Jenny le demostró que su experiencia ganada fuera del aula valía para mucho. Pues sus juveniles y decididos meneos de cadera le brindaron mucho placer al viril miembro que su interior de jovencilla resguardaba.El Profesor debía darse cuenta, sin necesidad de tocar el tema, que la muchacha ya tenía recorrido en el ámbito de la fornicatura. La crema natural que lubricaba el roce entre el varonil miembro y la entrada femenina se hizo presente y en cantidad. Era como si macho y muchacha se hubiesen puesto de acuerdo para batir, con el único propósito de hacer aquella dulce “mantequilla”.Esta era su oportunidad y Jenny la visualizó. Antes de que el Profe cambiara de posición, ella estaba decidida a aprovechar la actual, que le brindaba un dominio absoluto. Tomó por propia mano el grueso falo que la estaba horadando y con agilidad le sacó el preservativo. Lo arrojó tan lejos como pudo y se volvió a clavar el masculino apéndice antes de que el profe pudiera protestar.—¡¿Pero, qué estás haciendo?! —él dijo.Sin embargo, Jenny usó sus más ...

... ágiles movimientos, a la vez que con sus propios dedos apretó el cierre de su panocha para que ésta estrechara aún más al Profe. Exprimió de tal manera ese falo que pronto le sacó la leche.El Profe Fernando se derramó tan sabroso que ya no dijo nada, sólo gimió en éxtasis. Una alumna lo había exprimido, y eso era todo. Esta educanda ahora descansaba sobre el varonil pecho de quien, estaba segura, sería el padre de su hijo ya concebido. Y estaba segura pues, adicional al encuentro sexual, tenía preparado un celular grabándolo todo. De tal manera se había creado una prueba contundente. Fue idea de Lety también.—Con esto nos aseguramos de que te cumpla —decía Lety, mientras colocaba cuidadosamente el aparato que grabaría a su amiga y al maestro en pleno agasajo sexual.Jenny se dejó caer en un sueño reparador de todo cansancio sexual. Ya podía dormir tranquila a lado del que ya creía se convertiría en su marido. Lo que no imaginaron ni ella ni su amiga fue que el Profe, para esas alturas de su vida, ya se había hecho la vasectomía.FIN