Pagando una deuda
Fecha: 24/10/2017,
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Autor: Tothem, Fuente: CuentoRelatos
... desbrago, quedando su coño depilado a la vista, pasando acto seguido a sacarle el tetamen, pero dejando el sostén debajo de sus pechos; se sentía sucia, manejada por aquel mequetrefe asqueroso, el cual ya se bajaba el pantalón y saltando como un resorte una polla completamente empalmada, venosa y descapullada, de tamaño aceptable, con sus testículos colgando, peludos, así como todo su cuerpo lleno de vello antiestético.
—Y ahora, qué tal Rafa, cómo la ves –Rafa aprovecho para girar la cabeza en un semáforo
—Jo, jefe, lista pa usa la hembra. Mire que carita de pocas bromas gasta; viendo como tas jefe, to empalmado, yo ya la ponía a toma biberón.
—Ya has oído a Rafa, al tema, y procura esmerarte, te será lo mejor.
Ella agacho la cabeza, su conclusión era que debía colaborar para la rápida finalización, había mamado muchas pollas, sabía cómo hacerlo, debía olvidar aquellos cerdos y centrarse en esa polla descapullada y peluda: empezó con un jugueteo de lengua por el tronco variando el ritmo, pasando a engullir el glande hasta media tronco, el la obligo a mirarlo a los ojos llenos de ansia y vicio, las de ella parecían las de una perra sumisa; empezó a subir y bajar ayudada por la nuca por las manos de él. Gozaba, jadeaba, ronroneaba; de repente se sacó el pene de su boca, se cogió los testículos, en señal inequívoca de que los succionara; ella los lamio, el le reclamo “trágalos de uno en uno y mírame a la cara”. Pusóse a succionarlos uno por uno, él reventaba de ...
... gozo, se notaba próxima la lechada, ante lo cual, él le volvió a meter el pene entero de una tacada en la boca; empezó a follarle la boca, a ella le entraban arcadas, babeaba, su cara estaba roja; sus jadeos eran explosivos, convulsionaba; ella sintió la espesura de la lefada, tuvo que sacar la boca; él le agarro de la nuca y le vació en toda la cara, sus ojos llenos de esperma tuvo que cerrarlos no podía abrirlos. Quedo exhausto en el asiento con jadeos y lleno de sudor.
—Vaya jefe, a disfrutado –risa servicial- mire como ha quedado la cara de la morra, no puede ni abrir los ojos –estaba acurrucada, acobardada-, vaya lechazo jefe, parese un chabal de dieciocho.
—Je,je,je, la verdad es que le tenía ganas; ahora Rafa, como lo prometido es deuda, a tu gusto, yo debo reponerme, si quieres darte una satisfacción, toda tuya hasta que pueda volver a empalmar.
—Gracia jefe, ahora paro y la monto delante de uste, como aquella ocasión en la feria con la putanga esa – miradas cómplices de satisfacción de ambos- que pillamos.
Paró el coche en un descampado, la noche era cerrada, dejo los faros encendidos y se bajó, ella quedó algo anonada en el asiento trasero, pero a una seña de Rubén de que se dirigiera afuera le basto, estaba entregada. Rafa ya estaba solo con la camiseta, sin pantalón, su polla apuntaba hacía las estrellas, tenía empalme y encima gastaba un pene de más potencial que el anterior succionado; ella se había quitado el esperma de la cara como había podido, con un ...