-
Laura: Una mujer diferente
Fecha: 18/01/2021, Categorías: Primera Vez Autor: Little Sex Warr, Fuente: CuentoRelatos
Después de varios encuentros llenos de placer con Don Gustavo, mi vida sexual cambio por completo, me di cuenta que era una mujer capaz de atraer a los hombres, que, a pesar de no ser una mujer voluptuosa, y parecer una chica insignificante. La hermosa experiencia de tener sexo con placer y por placer, me habían dado una mayor seguridad en mi trato con el sexo opuesto. Había aprendido a recibir y a dar placer, a la vez de saber cuidarme para no embarazarme nuevamente y lo más importante, aprendí a vestir tan sexy como para provocar que los hombres voltearan a verme y me desearan. Además, aunque mucha gente y mi ginecóloga digan que no, estoy cierta que el semen de los hombres produce tal alboroto en las hormonas femeninas que modifica sustancialmente el cuerpo femenino dándole volumen a los senos y ampliando las caderas. Me consta en mi y en mi hija, que sin necesidad de que me lo dijera, supe perfectamente cuando se convirtió en mujer. Debo reconocer que también descubrí a la mujer deseosa que habitaba muy dentro de mi y esa fue la principal razón, para buscar a otros hombres además de Don Gustavo, y de aquí se genera el siguiente relato. Cuando mi hija cumplió los 18 años, con toda la tristeza de mi corazón, la tuve que dejar partir a cumplir uno de sus objetivos, estudiar la universidad, en la capital de México. Los últimos nueve años había ahorrado para ayudarla en sus planes, además de contar con el apoyo económico del mismo hombre que había hecho de mí, otra ...
... mujer. Al mismo tiempo, a mis 44 años, tomando en cuenta, un consejo profesional, decidí dejar de trabajar en casas ajenas y busqué un trabajo de tiempo completo. Hacía varios años que mi madre había fallecido, por lo que a partir de ese momento tendría que acostumbrarme a vivir sola. No tarde mucho en conocer a Ricardo, era el propietario de una pequeña cadena de lavanderías, que estaba por inaugurar otra sucursal muy cerca de mi casa y al que desde el principio le parecí la persona adecuada para hacerse cargo de la misma. El trabajo era sencillo y me gustaba, solo era estar al pendiente de la operación de las maquinas por las personas que hacían uso de ellas y realizar el lavado de la ropa de las personas que solamente pasaban a dejárnoslas para su limpieza. Ricardo pasaba diariamente a supervisar cada sucursal, en ocasiones hasta dos veces en un día. Se notaba el gusto por su negocio, pues siempre estaba al pendiente de las necesidades de cada tienda además de tratar a sus empleados con mucha educación y cortesía. Una vez al mes, se hacía una junta con todos los responsables de sucursal, ahí pude conocer a los cinco encargados, dos hombres y tres mujeres, todos mayores de 40 años, curiosamente, las tres mujeres coincidentemente, éramos o viudas o divorciadas. Y al pasar de las reuniones, fui enterándome que las otras dos compañeras, también eran amantes del dueño. Lo platicaban abiertamente y sin disimulo entre ellas, sabían de las ventajas que eso les daba en su ...