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Laura: Una mujer diferente
Fecha: 18/01/2021, Categorías: Primera Vez Autor: Little Sex Warr, Fuente: CuentoRelatos
... miembro empezaba a tomar forma y dimensiones, sus manos reaccionaron y de forma supuestamente involuntaria, tocaron mis tetitas, produciéndome a la vez, una rica humedad en mi cuquita. Después de eso, me dejo terminar mis labores de limpieza, sin quitarme los ojos de encima, mientras de forma descarada, yo me empinaba frente a él, para no dejarle nada a la imaginación. Cuando cerramos, me ofreció ir a un café a tomar algo, pero como mi casa estaba muy cerca, preferí pedirle que me acompañara hasta ella, yo creo que pensó, que tal vez pudiera invitarlo a pasar, pero al llegar a la puerta, con un saludo de manos, me despedí, dejándolo con las ganas. Mi plan funciono perfectamente, sus visitas se hicieron cada vez más frecuentes a la hora del cierre, yo aflojaba en algunos aspectos y en otros me hacía más difícil, había que hacerlo sufrir un poco, sabiendo de sus gustos, empecé a vestirme con ropa cada vez más provocativa, pantalones entallados, vestidos coquetos (a los que les había subido un poco el dobladillo). También nuestro saludo se convirtió en un beso en la mejilla, aunque en ocasiones el beso se acercaba demasiado a la comisura de los labios. Pero sucedió un día, después de casi un mes de iniciar sus coqueteos. Justamente un fin de semana, donde yo cumplía tres semanas de total e involuntaria abstinencia sexual, cuando decidí, que esa era la oportunidad de conseguir una buena verga, que me llenara la falta de sexo por tanto tiempo. Así que opté por ...
... vestirme con unos leggins super sexys y un sujetador deportivo, cubiertos ambos con una blusa larga semitransparente, de ropa interior, escogí una tanguita del mismo tono que los leggins, que en ciertas posiciones se marcaban claramente. Sabía que, con ese atuendo, no habría hombre que se mantuviera ecuánime. Dos horas antes del cierre, le avise a los pocos clientes que había, que por razones personales, ese día cerraría una hora antes, esto me daría la seguridad de estar totalmente sola, cuando llegara Ricardo. Y así fue, poco antes de la hora de cierre llego mi jefe, tan solo de verme, note que entre sus piernas crecía su deseo por mí. Sin perder tiempo en revisar absolutamente nada, tomo asiento, mientras yo terminaba las labores de limpieza que a él tanto le encantaba verme hacer. Cada vez que me empinaba, sus ojos se le iban, tratando de adivinar hasta donde llegaba el hilo que se perdía entre mis nalgas. Tan solo de provocarlo, yo ya estaba al 100, dos veces le pedí se parará, supuestamente para limpiar, aunque la verdadera razón era observar aquella carpa que se formaba en su pantalón y que me indicaba que ante mi tenia a un hombre con una larga y gruesa pija entre las piernas. Ricardo camino hasta la puerta del negocio y cerró la puerta por dentro, sin ningún reparo, se dirigió hacia mí y me tomo entre sus brazos intentando besar mi boca, yo evite su boca y haciéndome la inocente le pregunte sobre sus intenciones, me contesto que me deseaba, que durante un mes había ...