Mis Primas
Fecha: 21/01/2021,
Categorías:
Intercambios
Autor: orestes santoyo, Fuente: CuentoRelatos
... desnuda y su cabello caía sobre su rostro, cuando se levantó, fue un gran espectáculo, jamás había visto un cuerpo así de firme, sus senos parecían no colgar, estaban como suspendidos en el aire, hacían contacto curva contra curva y solo vibraban cuando se movía, ambos estaban coronados por amplias aureolas que a su vez tenían amplios y rotundos pezones que sobresalían más de un centímetro y eran del doble de diámetro de la goma de un lápiz, como ya he dicho, ¡Divina!, camino con paso lento hasta colocarse junto a Martha, ¡Que espectáculo, Dios Mío!
Mi mirada bajo deslizándose lentamente por ambos cuerpos, el contraste de color de piel le daba un morbo adicional, el ligero vientre abultado de Martha, se difuminaba en dos o tres llantitas que parecían cubrir su abultado monte de venus que de tan carnoso parecía tener vida propia, apenas cubierto de una ligera pelusa de bellos, se partía en dos haciendo que su profundidad fuera más notable, el plano vientre de Diana parecía la continuación de su tonicidad perfecta, su pubis se adivinaba duro apenas cubierto por una ligera mata de ensortijados bellos de color negro casi azuloso, parecía ser de una pieza y no se permitía ver ninguna partición; ambas mujeres sabían que tenían piernas preciosas, de muslos firmes, rodillas gráciles y pantorrillas rotundas, con esa imagen me di cuenta que yo permanecía de pie con los pantalones puestos, me agache a quitarlos y aflojar las cintas de mis zapatos, cuando levante la mirada ellas se ...
... besaban, tomadas de las manos, compartían un beso lento, suave y tierno que me calentó más de lo que ya estaba.
Diana se desprendió de los brazos de su hermana Martha estirando su cuello al mantener el roce de sus labios hasta el último segundo, pude ver un hilillo de saliva que se rompió entre ambas bocas, Martha se quedó quieta pero saco su lengua y recorrió sus labios lentamente para después con un gesto de picardía, enseñarme más de su lengua y extender sus brazos hacia mi persona, yo del otro lado de la cama, estaba dispuesto a llegar hasta ella cuando fui interceptado por los brazos de Diana que sonriendo maliciosamente me dijo: ¡Ven a mí, primito! ¡Toda la noche me he mantenido ardiendo por ti! Ya me platico en detalle mi hermana y sé que nos vas a hacer muy felices ¿A que sí?
No supe que contestar, simplemente extendí mis brazos y empecé a abrazarle queriendo sentir a plenitud la tersura de su piel, mis ojos voltearon a ver a Martha quien ya se subía a la cama, al mismo tiempo que sentí que las manos de Diana empujaban el elástico de mi bóxer hacia abajo, mi herramienta se levantó vibrando por el doble efecto de bajar y ser liberada por el elástico y plantearse orgullosa ante el reto que tenía por delante.
Cualquier hombre se hubiera liado a golpes conmigo por estar con cualquiera de ellas, aquí estaba yo solo con las dos.
Mi prenda quedo hecha rollo a mis pies y solo con un pie la hice a un lado, abrace fuertemente a Diana y me fui como un lobo directo a su ...