Mis Primas
Fecha: 21/01/2021,
Categorías:
Intercambios
Autor: orestes santoyo, Fuente: CuentoRelatos
... cuello, recorrí el mismo y remate metiendo mi lengua en el fondo de su oreja izquierda, mis manos fueron a sentir sus pechos, quede subyugado por su suavidad al tacto y su firmeza, sentí crecer entre mis palmas sus pezones de color chocolate obscuro, pase con mi lengua por ambos y los sentí endurecer y crecer un poco más, regrese a mordisquearlos con suavidad como jalando de ellos, Diana dejo caer su cabeza hacia atrás y emitió un intenso sonido gutural prolongando un ¡Siiiiiiiiiiiiiiiiii! Que salía del fondo de sus pulmones.
Al ser más alto que ella me percate que mi pene había dejado una línea de humedad arriba de su ombligo, como si hubiera querido dejar huella de mi recorrido y de mi deseo.
Diana se fue sentando sobre la cama al tiempo que yo me inclinaba con ella, los brazos de Martha nos recibieron y guiaron hasta que Diana se estiro a lo largo, de inmediato me bese con Martha quien me ofrecía su boca abierta aun enseñando su jugosa lengua.
No pregunte nada, no hizo falta, solo me deje llevar por mi propia lujuria y por cuatro hábiles manos que me movían y guiaban sobre de ellas y para ellas.
Fue una lucha encarnizada donde no hubo vencedor ni vencido, nunca deje de besar alguna boca o chupar y lamer algún seno muchas veces me encontraba un seno humedecido por otra saliva que no era la mía, más de una vez me encontraba una boca al momento de buscar un nuevo seno o bien coincidíamos en algún otro, mis propios senos fueron lamidos y chupados descubriendo lo ...
... excitante que esto resulta sabiendo que dos bocas te provocan este placer, empecé a tomar conciencia de nuestros arrebatos cuando me percate que por mis piernas velludas corría la humedad de las vaginas de mis primas, ambas por igual se deslizaban sobre de ellas marcándome con su humedad, en un momento quise más y penetre la vagina más próxima que resulto ser la de Martha, su interior estrecho y carnoso me atrapo como un guante, Diana me tomo por la espalda y clavo sus senos al tiempo que sus manos sobaban mis nalgas y me llevo acompañando el movimiento de dentro hacia afuera con que ataque a su hermana, por la situación nuestros cuerpos empezaron a transpirar profusamente y era difícil tocar parte de cuerpo que no tuviera una cubierta de humedad. Martha gozo casi a los dos minutos confirmando el nivel tan alto de excitación que la dominaba, me empujo por el pecho y me desenganche, la humedad que salía de su vagina era exagerada, Diana se retiró de mi espalda para ponerse en cuatro sobre la cama empezando a saborear el néctar de su hermana directamente de la fuente, a mi vista quedaron sus dos agujeros y enfile la cabeza de mi pene a su ranura, la humedad fue suficiente para que de dos golpes me hundiera por completo, ella se quejó y gimió argumentando que era muy grande, que fuera despacio y que no me moviera para que se acostumbrara.
La situación era tan morbosa que me afiancé a sus amplias caderas y comencé a atacarla con fuerza pero a un ritmo lento, cada estocada era ...