1. Ya soy el puto del equipo (V)


    Fecha: 23/01/2021, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... su polla a mi culo, la sentía pasearse por mi raja y mis nalgas, mientras yo separaba mis glúteos para mostrar y abrir bien mi agujero y Abelardo me besaba penetrando en mi boca. Grité:
    
    — ¡Gunnar, maricón, métemela ya, joder!
    
    El grito debió ser muy fuerte para la sensibilidad de Gunnar que me la metió junto al hoyo y yo me distendí totalmente, de modo que su capullo pasó, apreté de satisfacción, no me había dolido. Aflojé y Gunnar empujó, me dolió y cerré la boca mordiendo el labio de Abelardo que gruñó rabiosamente. Volví a aflojar y empujó. No sé dónde había llegado, pero, metí mis manos atrás y faltaba como un tercio de polla por meter porque alcancé a tocar sus bolas. Mientras Abelardo se acariciaba el labio, pensando que tendría sangre, volví a gritar:
    
    — Métela toda, joder, sin miedo, destrózame, ¡viólame, cabrón! ¡¡¡Métemela ya, joder!!!
    
    Empujó y entró, sentí sus bolas por debajo de las mías. Se quedó quieto. A mí me dolía enormemente, pero me entró la puta en mi ser y comencé a mover circularmente mi culo para hallar alivio al infernal dolor. Gunnar solo hacía que escupir sobre su polla y culo y la sacó un poco y escupió abundante porque el escupitajo cayó en mi nalga de donde lo recogió y lo masajeó junto a su polla. Abelardo se acercó por detrás y exclamó:
    
    — ¡Joder, qué culo, la tragaste toda, toda, toda…!
    
    Y escupió varias veces sobre la polla de Gunnar para favorecer la posibilidad de deslizarse en lo que venía a continuación. No había desaparecido ...
    ... el dolor, pero sentía placer de saber que estaba toda dentro. Se me acercó Abelardo y me preguntó:
    
    — ¿Te duele mucho?
    
    Con mis lágrimas en los ojos de dolor y la sonrisa del placer le dije susurrando:
    
    — Sí, me duele mucho, pero si me das tu polla a la boca me dolerá menos.
    
    — ¿A quien le amarga un dulce? Mientras no te me la comas de verdad…, —contestó Abelardo.
    
    Metió su polla en mi boca y entendió que tenía que follármela sin parar para darme gusto. Al verlo Gunnar moverse, comenzó suavemente un movimiento de penetración saliendo y entrando, y escupía cada vez hasta que notó mis brazos sin tensión y moviéndose normalmente; dejó de escupir, mi culo se había acomodado a la polla de Gunnar. No fue rápido, algo así como desde que te caes de un quinto piso hasta que sales del quirófano. Pero parece un milagro, todo se pasa, el dolor pasó y a la follada de Gunnar solo había que esperar con paciencia, a la follada de Abelardo ayudarle con la lengua y los labios dándole al frenillo. Abelardo comenzó a suspirar:
    
    — Me voy, me voy, me corroooo… ¡Joder, que me corroooo…!
    
    Se corrió magistralmente. Cerré bien mi boca para que no se me escapara nada. Cinco chorrones que dieron con fuerza en el paladar y pude tragar, luego el resto que exprimí de la polla de Abelardo. Se la dejé limpia, me besó para probar su esperma, pero tuvo que dejarme porque Gunnar lo llamó diciendo:
    
    — Méteme tus dedos en mi culo para que me corra. Abelardo, que mete los dedos en cualquier sitio, ...
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