Cómplice circunstancial (Ella también tiene sus secretos)
Fecha: 24/10/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues
... porque, que mujer se entra a un terreno lleno árboles y monte con unos tipos a los que les perseguía la mala fama. El más grande un ex policía al que le achacaban haber sido despedido por robo, los otros dos, jóvenes ladronzuelos del lugar. Lo habíamos visto todo desde el terreno donde nos ocultábamos de nuestros hermanos. Felix nuestro primo nos miro preocupado, normal para un chico al ver a su madre ir con desconocidos y no saber porque. Corriendo atravesamos la calle y nos adentramos al lote donde habíamos visto meterse a nuestra tía. Lo hacíamos tratando de no hacer ruido, algo en nosotros nos hacía pensar que podían estar haciéndole daño. Ahí estaban, ella agachada en cuclillas frente al gigante ex policía. Le mamaba la verga, los otros sujetos de pie frente a ellos , con sus penes en la mano, masturbándose, el rostro sonriente como si ver a nuestra tía tragando reata les causará alguna gracia. - Chupala puta, trágatela toda - le decía el hombre que era objeto de sexo oral por parte de Fátima- - Trae acá el culito perra – le dijo uno de los que se masturbaban – Se había colocado atrás de ella, le había levantado la falda dejando ver ese calzón de señora. De un tirón se lo bajo a las rodillas y sin ninguna delicadeza le abrió los cachetes del culo y empezó a lamerle con lujuria. El tercer hombre seguía masturbándose, parecía como si estuviera al pendiente de que nadie los fuese a sorprender. Mi tía parecía gozar, era evidente que le gustaba tener un rabo en su boca y ...
... que le lamieran el culo al mismo tiempo, su rostro había dejado de ser la mujer callada y recatada que conocíamos, algo que nos tranquilizaba ya que habíamos albergado el temor de que le hicieran algún daño, Felix su hijo sin embargo se mantenía absorto, pensativo, incrédulo. Quizá le era difícil digerir que su mamá mostrará algún gozo en una situación como aquella. Felix era el hijo segundo de mi tía, tenía 12 al igual que Beatriz. Había crecido prácticamente como hijo único, mimado, dedicado al futbol a instancias de su padre. De sexo quizá no supiera mucho, eso que vivía cruzando la calle y que sus primos cogieran casi a diario. Su madre seguía chupando aquel rabo, mamando lujuriosa, con pasión de mujer a la que le gusta el sexo. El tipo que le había estado mamando el chocho por atrás ya se la cogia, le daba fuertes embestidas que ella parecía agradecer con sendos gemidos de gusto. - Te gusta, verdad putita – decía divertido el ex policía – El tercer sujeto seguía pajeandose, pero lo vimos acercarse hasta dejar su pene a altura de nuestra tía para que ella lo masturbara. Quién imaginaria que nuestra recatada tía estuviera dando y recibiendo placer de tres hombres a la vez. Creo que no fui al único al que le causó morbo lo que hacían esos tipos con mi tía, pude sentir la mano de Beatriz tocando mi entrepierna, su mirada como diciéndome que necesitaba sexo. Que hacer con Félix? No podíamos dejarlo, era claro que el único riesgo que podía correr su mamá era que la embarazaran, ...