1. Cambio de personalidad


    Fecha: 25/01/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Mariro65, Fuente: CuentoRelatos

    ... olerla y nos observaba por el espejo como Jorge me acariciaba, como me mamaba los pechos, como me abrió las piernas y me lengüeteaba la pepa. Uno de mis pies quedó junto a la cabeza de José, quien inmediatamente me quitó la zapatilla y empezó a lamer mi pie. En ese momento, Jorge lograba ensartarme con su arpón bien parado. Oye, se me deslizó hasta dentro sin dificultad alguna; creo que soy más puta de lo que pensaba.
    
    Sentía una sensación de placer y nerviosismo, ya que José se había detenido a la orilla del camino y en lo que me la metía Jorge, él me metía la lengua entre los dedos de mi pie. Jamás había sentido tan rico como esa vez; sentía la verga de Jorge hasta el tronco y la lengua de José en mi tobillo. Fue tanta la excitación que alcancé un orgasmo como nunca antes lo había sentido; en esos momentos sentí el esperma de Jorge entrar en mi cuerpo, sentía en cada empujón, y más y más semen se depositaba en mi interior; yo vibraba de placer, a tal grado que le dije que no se vaciara del todo, que quería también su leche en mi boquita, cosa que no pude conseguir, ya que se vino totalmente.
    
    Al ver esa candente escena, José no pudo aguantarse más y con el fierro bien parado, le pidió a Jorge que se quitara, pues me la quería meter inmediatamente. Jorge se apartó de no muy buena gana, y me montó José, que como ya me había dado cuenta, era un eyaculador precoz; se vino casi ...
    ... luego, luego. ¡Imagínense, dos clases de semen en mi vagina!... Afortunadamente tengo un dispositivo intrauterino, porque si no, quedaría embarazada y quien sabe de quién.
    
    En esas estábamos cuando se acercó un automóvil con luces altas y torreta, ¡era la policía!; me bajé la blusa y la falda, pero no encontré mi zapatilla y vieron mi tanga encima del tablero del coche. Entre Jorge y José hablaron con ellos, no sé cuánto dinero les dieron, y no sé qué les dijeron, sólo sé que uno de los policías me preguntó si estaba a la fuerza con esos hombres, y que si no era puta, a lo que le respondí que estaba por mi gusto y que no era puta (ja, ja…, si supieran que me las como a puños). Aunque me bajé la blusa mi brasier estaba desabrochado y se me veían las tetas.
    
    Revisaron el auto y me dieron mi tanga, y uno de los policías hasta me ayudó a ponerme la zapatilla, y me dijo que tuviera cuidado, que luego violaban a las chicas y las mataban, que nos retiráramos de ese lugar y que para eso había hoteles. Ya en camino, me entró un gran cansancio por las emociones que había vivido esa noche. José me quitó la tanga y no me la dio. Me dejaron muy cerca de mi casa, ya para entrar en la misma y así, sin cambiarme, me quité las zapatillas y me metí a la cama. Dormí muy rico, tan sólo pensando en la aventura que había pasado.
    
    Bueno, hasta aquí los dejo y hasta próxima.
    
    Cecy, la puta decente. 
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