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Diario de un Prisionero VI: no todo es color de rosa...
Fecha: 30/01/2021, Categorías: Gays Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos
... con mi culito, tu boca volvió a sonreír y yo me senté sobre ti al tiempo que introducía tu polla dentro de mí y tú gemías de placer y me decías que me amabas, ya no podía expresarte más mi amor, sin embargo, mi corazón me lo pedía, así que hice lo único que me vino a la mente, dejé que tú llevaras el ritmo de las embestidas y me incliné para besarte, después sentí como te tensabas y se me ocurrió darte el mejor orgasmo de tu vida, así que dejé de besarte y te dije al oído “te amo” mientras cerraba mi esfínter alrededor de tu pene y sentí como llenabas mis intestinos de tu semen mientras decías entre gemidos “eres el amor de mi vida”, luego saqué tu pene de mi culito, me acosté junto a ti, te abracé y te repetí que te amo, estuvimos un buen rato así hasta que llegó la hora de irnos, así que me levanté y te pregunté si querías que compartiéramos ducha, de inmediato estabas en pie y nos lavamos entre besos y palabras dulces al oído, luego empacamos todo, dejamos en orden la cabaña y volvimos a casa, los dos con una sonrisa en la cara. Tal como habíamos planeado, llegamos para almorzar y la nana y Sergio nos acompañaron, la nana hizo un almuerzo de lujo y a Sergio se le veía mejor, no lo había superado del todo, pero ya no tenía esa cara de que en cualquier momento lloraba. En la tarde teníamos cita con Alicia, que nos pidió que lleváramos a Sergio, así que le dijimos que nos acompañara, no le hizo mucha gracia porque pensó que tendría que aguantar cómo nos besábamos todo ...
... el rato, pero no fue así, nos limitamos a tomarnos de la mano y hablamos con él todo el trayecto: de cómo estaba, qué tal el rendimiento en el equipo de atletismo, qué decía el entrenador sobre tu ausencia del equipo y demás hasta que llegamos al consultorio. Allí Alicia nos recibió y cuando hiciste ademán de quedarte en la sala de espera, pensando que Alicia hablaría sólo con él (y supuestamente conmigo), la doctora te llamó y entramos los tres. Esta vez tú y yo fuimos espectadores, pues casi todo se basó en lo sucedido con Sergio, cómo estaba después de terminar con Julio y demás, pero ella también nos pedía opinión y más parecía una sesión de terapia de grupo intentando consolar a Sergio qué otra cosa, pero le vino bien y ella le recomendó que se tomara un par de días lejos de todo para pensar las cosas. También nos dijo que nos convendría retomar nuestra rutina anterior al secuestro, que, si bien algunas cosas han cambiado, como que ahora vives en mi casa y duermes conmigo siempre, que te conviene retomar tu vida y a mí, si bien no estoy listo para las clases, al menos tener horarios de estudio en casa, salir un poco, aunque sea a verte en los entrenamientos y así, de a poquitos, ir volviendo a nuestra vida normal. Le dimos las gracias, pagué sus honorarios y nos fuimos. En el camino de vuelta Sergio nos dijo que nos tenía una noticia: habría una competencia centroamericana de atletismo en la que participaría el equipo en representación del país y tenías que ir, que el ...