1. Diario de un Prisionero VI: no todo es color de rosa...


    Fecha: 30/01/2021, Categorías: Gays Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... muy contento, con lo que olvidé por un segundo que estaba en un lugar extraño y un poco estrecho con un montón de desconocidos, seguramente el que estuviera contigo, Quique y Sergio me hizo sentir en confianza, así que hasta yo me divertí.
    
    Pero cuando estábamos en casa, tomando la merienda, empezamos a hablar del tema y solté un comentario, para mí completamente normal entre amigos, para ti, algo más; dije: “Quique se veía muy guapo, ¿no?” menos mal que no eres celoso, porque casi me dejas sordo de cómo gritabas, que por qué me fijaba en él, que si no eras suficiente para mí, que tú no te la pasabas viendo el culo de nadie porque me amas y toda la típica cháchara de niño celoso que la verdad me hiciste enojar y terminamos mandándonos a paseo mutuamente, la nana no lo notó porque esta noche Alberto nos llevó a dejarte a ti y a Sergio al aeropuerto y al volver cenamos solos la nana y yo, con lo que creyó que simplemente te extrañaba, no pensó que lo que quería era matarte, en fin, espero que estos días fuera, en Honduras, te sirvan para pensar, porque yo estoy seguro de una cosa: eres un idiota y un celoso, pero eres mi idiota y mi celoso y así te amo, sin embargo, no te dejaré tocarme hasta que me demuestres que confías en mí, porque si algo odio es la desconfianza…
    
    Espero que recapacites,
    
    Pablo.
    
    A San José, 7 de octubre
    
    Mi enojón Andrés,
    
    Hoy ha sido un día malo: esta mañana empezó el juicio y tuve que ir para declarar todo lo sucedido, fue horrible, tuve ...
    ... que ir solito porque mis padres están fuera de la ciudad, Sergio y tú en Honduras y la nana no podía descuidar sus obligaciones, además no me siento como para pedirle eso a mis suegros, por lo que me fui con Alberto, él ha sido muy simpático conmigo, de hecho ya no lo veo como un empleado, es más un amigo para mí que otra cosa, así que le pedí, con todo el miedo a que no quisiera, que me acompañara, para mi sorpresa accedió y buscó sitio en el estacionamiento de la Corte y entramos. Alberto se sentó en primera fila y cuando entré para declarar lo miré y me sonrió y me hizo señas de que todo estaría bien. Ya después no lo vi, ni a nadie, porque estaba de espaldas a la gente y sólo veía al juez, pero me hicieron contar todo, desde que me subí al auto, la muerte de Luis y demás, hasta cuando Quique me rescató, el juez estaba muy interesado en cómo deduje que era Antonio durante la primera violación y le llamó mucho la atención cómo me cuidaba para que no sufriera “más de la cuenta”, pero no fue más allá, simplemente me preguntó cuántas veces me había violado, le dije que 5, una por mes. Terminada la declaración, el fiscal me explicó que ya no tenía que ir más, a menos que me llamaran, hasta que terminara todo y se dictara sentencia, que ese día no era obligatorio que fuera, pero que sería lo mejor. Le di las gracias y nos fuimos.
    
    Alberto me llevó a un restaurante italiano y la verdad era un buen sitio y sirven la mejor lasaña que he comido en mi vida, resulta ser que al igual ...
«1...345...9»