1. La historia de Claudia (19)


    Fecha: 26/10/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... seguía agitándola.
    
    -Ama. –corrigió Inés con tono helado.
    
    -No renuncio, Ama... –repitió Paola provocando en la mujer una honda satisfacción por el éxito absoluto de la cacería. La presa ya era suya por completo.
    
    -Muy bien, queridita. –le dijo Inés y empezó a modificar el trato para con la joven, movida por la estratégica intención de ir enseñándole que el dolor y el placer que iba a experimentar en su condición de esclava dependerían de su comportamiento.
    
    Le acarició las mejillas, la besó fugazmente en los labios y su boca se deslizó después por los cabellos hasta llegar a la espalda y comenzar a recorrerla lentamente con besos y toques húmedos de la lengua que estremecían a Paola transportándola poco a poco al territorio del goce, un goce que empezaba a compensarla de tan intenso sufrimiento.
    
    El Ama hizo una pausa:
    
    -Podés retirarte, Amalia. –dijo. La regente devolvió la vara a su lugar y abandonó la sala cuando Inés, con una seña, le indicaba a Laura que se acercara. Por orden de su Ama, la esclavita liberó a Paola de los grilletes que la habían mantenido sujeta al caballete y luego entre ambas la llevaron hasta el camastro, sobre el cual la acostaron de espaldas. Repentinamente Inés se acordó de Claudia y quiso sumarla a lo que venía. Le ordenó a Laura que fuera a buscarla y mientras tanto se sentó en el borde del camastro y apoyó las manos en las tetas de su nueva esclava. Tetas redondas y paradas, con pezones rosados en el medio de dos grandes y suaves ...
    ... aureolas.
    
    Claudia dormitaba desnuda cuando la cachorra entró en la habitación y la despertó sacudiéndola por los hombros:
    
    -Vamos, Clau, despertate que tenemos a Paola en la sala de castigo y el Ama quiere que vayas.
    
    Claudia abrió los ojos y la miró un poco confundida en medio de la bruma del sueño, frotó sus párpados con los dedos, para despabilarse, y se sentó en la cama.
    
    -¿Qué pasó? –quiso saber. –Antes de quedarme dormida escuché gritos...
    
    -Sí, no te imaginás la páliza que le dio la señora Amalia con una vara...
    
    -Así que al final pudiste cazarla...
    
    -¡Sí! ¡Y ahora que la vi desnuda estoy más caliente que nunca con ella!... ¡No sabés lo buena que está!... Bueno, pero vamos, Clau... ¡Vamos! –y ambas se dirigieron presurosas a la sala contigua.
    
    Cuando entraron, el Ama estaba desnuda entre las piernas de Paola, inclinada hacia delante con su cara sobre los pechos de la esclava, sorbiendo, lamiendo, mordisqueando los pezones mientras la joven jadeaba y gemía entregada absolutamente al goce de su primera experiencia lésbica.
    
    Al percibir la presencia de Claudia y Laura, el Ama le ordenó a la cachorra que se desnudara y luego que ambas se sumaran a la acción. Se incorporó dejando a Paola ronroneando como una gata en celo, se colocó rápidamente un arnés con dos dildos introduciéndose de inmediato uno de ellos en la concha ya empapada y volvió de inmediato a ubicarse entre los muslos de la joven.
    
    -Ama, me arde la cola... me arde mucho... –le dijo Paola ...