1. El nacimiento de un pasivo


    Fecha: 08/02/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Tothem, Fuente: CuentoRelatos

    ... cerrado.
    
    Como nada es concluyente en esta vida la primera impresión que a Javi le habían causado los desconocidos, esa aversión paso a otro plano al ser invitado por ellos, se enzarzaron en bromas y discusiones de orden cotidiano, dejando entrever que los personajes poseían cultura. Una, dos, tres copas; la hilaridad paso dar ese tónico de confianza al ingenuo Javi. El camarero viendo los acontecimientos empezó a vaticinar el desenlace previsible, y sus conclusiones fueron expuestas a su compañero.
    
    – Esta noche caerá, fijo que le cae una soberbia enculada.
    
    – Algún día tenía que ser, ¿no? – dijo su compañero – pareciera que hablas con mucha propiedad, como si también lo conocieras, igual se le regala, ¿has tenido algo con él?...
    
    – Sí, por eso te lo digo, al principio de venir por aquí también me bajo al pilón, aunque no me compartió.
    
    – ¿Conque es eso ?
    
    Así transcurrieron unos minutos, con charla y risas, empezando unas ligeras insinuaciones de parte de Santi, las cuales invitaban a ir a otro lugar. Había llegado la hora de la verdad, había aceptado la invitación y ya se sentía capaz. En la cara de Santi se le empezaba a notar esa loca excitación, una agitación desenfrenada había ocupado su estado de ánimo. Aprovechando que el Javi estaba en el lavaba, intercambio opiniones con su amigo.
    
    – Creo que está a punto, llevo empalme de caballo, quiero tirármelo ya, conduce tu yo iré en la trasera – dijo Santi.
    
    – Si, de acuerdo, pero espera al llegar al piso ...
    ... para gozarlo, cuida las apariencias, es solo un consejo.
    
    Se encaminaron al aparcamiento los tres, el camarero pudo observar como tras esos faros iba el Javi, el rubio de culo prieto y rubiales.
    
    Rodas al volante y Santi detrás con Javi, no tardo en echar la suerte y le paso un brazo por encima para darle un morreo y lamerle la cara. Se mostraba viril, absolutamente privado de todo fingimiento. El Javi, como si algo abstracto hubiera llegado a su mente se había transformado en la personificación del acatamiento y acepto esa lengua tanto dentro de su boca como en su cara. No tardo en notar como le manoseaban la bragueta.
    
    – Estás en empalme chaval, veo que te gusta.
    
    – Yo… bueno… si… me siento… ¿dónde va…?
    
    – No te preocupes por eso, déjate llevar, quitate estos pantalones, aprovecharemos el trayecto hasta el piso – dijo con cara de complicidad mirando a su amigo Rodas, el cual estaba al volante.
    
    Despojado de sus vaqueros, estaba siendo pajeado, un sube y baja manual de parte de Santi que le provocaba esa sensación de gozo.
    
    – Abre las piernas, vamos a ver ese culito – dijo al mismo tiempo que se mojaba un dedo con saliva para después introducirlo en el ano.
    
    – Estás bastante cerrado cabrón, no te han estrenado, veo. Al llegar tendrás tu ración no te preocupes.
    
    – Yo… no… no… estoy seguro… aún – dijo mientras el dedo entraba y salia de su conducto.
    
    Y allí el Javi, en esa adaptación cromática se escondía la sorprendente transición del interior como un sin ...
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