1. EL DESEO DE PEDRO


    Fecha: 11/02/2021, Categorías: Voyerismo Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... verano se apiadaba un poco, sus ojos no daban crédito a lo que veían, nosotras estábamos muy juntas tomadas por la cintura. Creo que casi le da un infarto, curiosamente fue el quién se puso más nervioso, comenzó a tartamudear, gotas de transpiración comenzaron a poblar su pelada, me reí y lo abracé como una hija, puse una mano en su pecho, su corazón parecía saltar del mismo, me asusté, lo miré y le dije: - Tranquilo papi! San observaba con una sonrisa dibujada en sus labios, nuestro amigo estaba tan nervioso que ni siquiera se atrevía a devolverme el abrazo, me puse en sus zapatos por un momento y seguí - Pedro, hacemos esto porque queremos, no te pongas mal, no nos obligas a nada… Besé su mejilla como su hija lo hubiera besado, entre ambas lo acompañamos al dormitorio, donde habíamos acomodado un sillón contra el ventanal que daba al patio, ese sería ‘su puesto de observación’, parte de nuestras condiciones fueron que no estuviera en contacto directo con nosotras, necesitábamos intimidad y el vidrio espejado suponía de alguna manera dividir fronteras. Dejamos a Pedro en el cuarto y fuimos al patio donde habíamos acomodado algunas cosas, el sol empezaba a esconderse, pusimos música suave, las altas paredes de las casas linderas nos daban cierta intimidad, pero a al mismo tiempo sentíamos la locura de hacerlo a la intemperie, miramos la ventana que estaba a pocos metros, el espejado no nos permitía ver a Pedro, pero él estaba al otro lado… Debimos olvidarnos de él, era ...
    ... necesario para hacer el amor, esto no era un show… Dejamos nuestros calzados, pisamos el césped, nos miramos cómplices, estaba locamente enamorada de San, ella me correspondía, nos tomamos de las manos, fuimos al borde de la piscina, nos metimos en ella, agua estaba cálida, jugamos como niñas, sonreímos. Pronto el juego había terminado, la miré fijamente a los ojos, el pequeño traje de baño mojado se había adherido a su piel, sus pezones se marcaban como dos protuberancias, las gotas de humedad poblaban la perfección de sus curvas, noté que sus ojos no me miraban directamente, estaba abstraída enfocando un poco más abajo, bajé mi mirada, noté que mi sostén blanco mojado se traslucía demasiado, marcando mis propios pezones, la aureola de mi pecho izquierdo se había asomado insinuante al costado de la licra, me sentí mojarme, mojarme por dentro… - Mi reina, te amo, sabes cuánto te amo… - Yo también te amo bebé… No hubo más palabras, solo el deseo de complacernos mutuamente, de ser solo una, fundidas por el calor, por la pasión, nos pusimos frente a frente, nos encontramos, acaricié su rostro, ella devolvió la gentileza, desee sus labios, fui por ellos, se fundieron contra los míos, cerramos nuestros ojos, invadí su boca con mi lengua y ella hizo lo propio en la mía, nos amamos al borde de la piscina. A pesar del calor del verano, la brisa que acariciaba nuestras pieles no hacía dar algún que otro escalofrío, sus pechos estaban contra los míos, recorrí su cuerpo con mis manos, San se ...
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