Sábado de violación - Relatos Eróticos

Sábado de violación

Sexo en el baño del centro comercial, en la playa, con tu vecino maduro, el compañero de clases, ese extraño maduro que te sedujo con su mirada en el metro o con el primo. Estas son algunas fantasías con las que a muchos se nos pone tiesa la verga. No podemos evitar que nos moleste la ropa de lo dura que la tenemos y mucho menos aun cuando comienza ese goteo que mancha nuestra ropa interior, estamos tan deseosos y sin nadie que nos ayude a saciar la sed de sexo salvaje… el sentido común queda sepultado y nos convertimos en lo que realmente somos, en animales sedientos de acción. Rompernos la ropa, no pensar en donde hacerlo solo hacerlo y dejarnos dominar por nuestro instinto hasta explotar en convulsiones que nos dejan hecho polvo. Soy un maldito y no puedo negarlo, en cuanto al sexo no hay nada que me detenga y cuando fijo mi vista en un objetivo hare lo que sea para lograrlo. Mi actual compañero de juegos, mi mejor amigo, es testigo de lo que soy capaz, el era un hetero machista luego un amante de mi verga hasta el fondo gritando que quería más y mas, que le diera duro, sin piedad, sin treguas, sin calma y fanático de mi leche en su culo. Mi tío Julio quien es la oveja negra de la familia fue uno de los primeros con los que no tuve compasión sin bien es 6 años mayor que yo, eso no me detuvo cuando una vez que él estaba hasta el culo de droga, me aparecí por su habitación y le rompí el culo mientras él lanzaba gritos de suplicas. Y no solo mis objetivos han sido ...

... allegados, nada como el encanto de cogerse a quien no tienes ni idea de quien diablo es, pero su culito esta apretándote la verga de lo mas sabroso. Me llamo Marcos aunque muchos me llaman mardito o coño e madre de puro “cariño”. Soy un trigueño de ojos marrones claro, tengo 24 años echando vaina en este mundo, 1.75 m de altura bastante velludo, cuerpo definido, coco rapado, una verga de 23. 5 cm y mi cedula de identidad es… ja!. Quiero contarles una de mis más excitantes aventuras junto a mi mejor amigo Pablo. Era un sábado en la noche, mi cuadre del día era Carlos un pana que conocí con los amigos en una de esas tanta rumbas. El tenia para ese entonces 25 años y desde esa que vez que me lo presentaron supe que podría darse algo y así fue. Estábamos en su apartamento, eran más de las 8 de la noche cuando ya este amiguito tenía mi guevo en su boca saboreándolo de arriba abajo con esa lengua tan parecida a la de Gene Simmons, sus manos acariciaban mi abdomen mientras se introducía todo mi palo hasta el fondo y mis manos sujetaban su cabeza para que no se despegara. Mis bolas estaban totalmente bañadas en su saliva y eso me gustaba. Su habilidad para tragársela entera me llevaba loco y yo si que no desaprovecharía la oportunidad para que se tragara mi verga cuantas veces pudiera. Su cabeza a la orilla de la cama y yo parado frente a él cogiéndolo por su boca una y otra vez, el era totalmente sumiso a mis deseos y yo me aprovechaba de eso metiendo el guevo hasta lo mas profundo de su ...