Sábado de violación - Relatos Eróticos

Sábado de violación

... masculina cara en un desastre. Las fosas nasales de Carlos absorbían aire con olor a verga, cada gota de precum que salía de esa verga quedaban esparcidas entre ellas. El cachete derecho tomó brillo luego que Pablo atino un escupitajo en su verga e hizo círculos en el con la punta de su guevo, luego lanzo otro más bastante cargado con el que se encargo de masajear el palpado dejándolo todo impregnado. Yo seguía con el trabajo anal, mi lengua aprovechando las piernas abierta de la victima beisbolista jajaja recorría desde aquellas prominentes bolas para ir subiendo lentamente hasta el comienzo de esa gran espalda y a veces mordiendo sus nalgas. Solo fue un dedo ensalivado el que metí en aquella cuevita, y estoy claro que abuse con el pobre Carlos pero si les soy sincero ya quería sentir aquel culo apretándome mi verga negra y yo gozando del gusto. Abrí más sus enormes piernas. Pablo dejo de jugar con la cara de nuestra victima para colocarle una venda en los ojos y después buscar el celular para empezar a grabar lo que seria el ritual de su desvirgamiento. Coloque mi verga larga y gruesa entre la raja del aquel culo y me apoye en la espalda de Carlos para empezar lo que seria un jueguito de esos que me gustaban. Comencé a moverme como si me los estuviera cogiendo cosa que Pablo aprovecho de grabar sin mostrar nuestras caras aunque celebrando con risotadas. Ya cansado de juegos, me levante de encima de Carlos y coloque mi verga en la entrada, lance un escupitajo el cual ...

... cayó en su raja y fue bajando hacia la entrada de aquel culo que ya casi estaba invadido por mi verga. Sin más preámbulos empecé a hundir mi verga en ese culo que mas apretadito no podía estar, ya la cabecita estaba adentro ahora faltabann más de 18 cm de herencia negra. Carlos había empezado a respirar mas rápido pero seguía en manos de Morfeo y yo aproveche esto para clavarle un buen trozo cosa que ahora si lo despertó pero no estaba en condiciones siquiera de hablar bien. Pablo grabo como trataba torpe e inútilmente de soltarse las cuerdas con las que tenía amarradas las manos para luego pasar a grabar su cara vendada y que se mantenía de color rojizo. Yo con la mitad de mi verga ya en ese apretado y simpático culito (lo llamo culito por cariño) empecé a acelerar la ida y salida mientras con mis piernas lo mantenía controlado. Ahhh Ahhhh Ahhhh mardito NONO Mardito, NO MI CULO ahh aaa AAHHa amm. Si algo me gusta es cuando saco mi verga y la vuelvo a meter de golpe para escuchar los quejidos de mis amantes y en esta ocasión abuse de ese gusto. AHHHHhhhmmm! AAAhmm! Para para para afff. Unos minutos mas tarde ya había agarrado confianza y mi ritmo no solía ser delicado, le entraba y salía a toda maquina ya convirtiendo los gritos de nuestro beisbolista en suaves y cortos quejidos. Pablo seguía grabando con una mano en su verga. ¡Dios! Aff, afff, AY! Por favor no más! Se los suplico. …me coloque recostado de su espalda haciendo presión en sus brazos que se mantenían justos e ...