Sábado de violación - Relatos Eróticos

Sábado de violación

... garganta mientras las arcadas y la falta de respiración lo dejaban rojo. Todo fue muy romántico, bonito y placentero hasta que sonó su teléfono unas tres veces y nos cansamos de que repicara tanto, tomamos un descanso para que contestará pero la sorpresa fue que era su novia quien lo llamaba diciéndole que la salida con las amigas se había cancelado y que llegaba en 5 minutos. En segundos, ya iba bajando el ascensor con la verga dura y ensalivada, con las medias en una mano y mi camisa atorada en el cuello. ¡Maldita seaaaaa!. Iba en el carro echando humo y casi semen, hablando con Pablo por teléfono de toda esta mierda que me había pasado mientras me enchufaba a una botella de vodka que estaba debajo del asiento del copiloto ¡dios!, me dirigía a buscarlo a una pequeña celebración aburrida en casa de una tía. 30 minutos después ya Pablo estaba en mi carro, yo estaba más calmado y hambriento… pero de comida. Nos fuimos al centro comercial a comer algo y como suele suceder la comida era una cagada, así que no pensamos en los niños de áfrica y botamos toda esa mierda frente a lo que parecía ser el jefe del negocio. Como la noche apenas estaba comenzando nos dirigíamos a casa de un pana que conocíamos para tomar algo y fumarnos a Bob Marley, en el camino Pablo comenzó a sobarme el guevo encima del pantalón cosa que me hizo rogarle por una chupada rápida para ir liberando tensiones pero no se prestaba a la situación porque nos podían ver. En eso estábamos cuando en un semáforo en ...

... rojo veo que en la esquina del frente viene un carajo, corrijo, un señor como de entre 40 y 50 años, con un blue jeans pegadísimo que mostraba un culo voluminoso además estaba cuadrado, se notaba que iba al gimnasio, era de tez blanca y con la típica barbita de quien no se afeita hace unos días, llevaba una camisa de color azul y lo que llamamos en Venezuela una buena PEA (borrachera). Se notaba en los pasos que daba que estaba bastante diría yo demasiado bebido pero así como estaba se paro en la esquina y levanto la mano, deduje que quería parar a un taxi. Caliente como estaba y con aquel culazo sin pensarlo mucho, sabiendo que Pablo no se negaría dije de forma espontanea: vamos a portarnos verdaderamente mal esta noche, observa aquel culote que esta en la esquina loco. Y así fue como en cuestión de segundos el se paso para los asientos de atrás de la camioneta y yo estacione el carro frente al beisbolista. Bue. nas noches a la urbani-cion ros Arawuane-y –dijo El Sr Culo mientras abría la puerta y se sentaba de copiloto. Sin notar que había alguien atrás. Pablo y yo nos miramos fijamente y comprendimos que ya las cartas estaban echadas, este carajo estaba hasta el culo de alcohol y no sabemos si de otras cosas. Mi amigo con ganas de joder, agarro la mano del borrachín y las puso sobre mi muslo cosa que nos causo cierta excitación y risa. Nos fuimos a la casa de playa de la familia de Pablo y como lo pensamos, nuestra victima en el camino se quedo dormido, no entiendo como se ...