El Día que fui Sumisa
Fecha: 27/10/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... era lo correcto, no estaba bien que este así), y los problemas con Yordy no cesaban.
En casa, a pesar que paso unos meses, los problemas no cesaron, se mantuvieron, y Yordy, que era tan dulce, tranquilo y detallista desde que lo conocí, cuando nos casamos y por muchos años que ya llevábamos viviendo juntos, se volvió, se podría decir más patán, hasta con la familia, y yo, más y más mal anímicamente.
Tiempo después, más o menos a partir de la quincena de junio de ese año, Yordy tuvo que viajar fuera de la ciudad, por unos asuntos del trabajo, y saldría por unos dos o tres días. Él se fue un lunes, y se suponía que llegaría el miércoles o quizá jueves, en fin.
Como era habitual, yo llevaba a mi hija todas las mañanas a su colegio, la iba a recoger cuando salía y seguía con mi rutina habitual. Ya el martes, fue lo mismo, lleve a mi hija temprano a su colegio, había dejado cocinado la comida debido a que tenía que hacer unos trámites en el centro de la ciudad; para sorpresa mía, vi a Omar allí (me sentí bien al verlo después de algún tiempo – quizá como no dejaba de pensar en él, tenía la idea que lo encontraría); me vio, vino a saludarme, conversamos, me conto que se había puesto a trabajar en un trabajo más al que tenía, y que con ello, no tenía tiempo disponible, incluso ni para ir al gym, aunque este otro trabajo que tenía, era por tiempo temporal.
Me dijo que por la mañana de ese día, tenía libre, que por la tarde tenía que ir a su otro trabajo, pero que el ...
... jueves tendría toda la tarde libre. Me invito a salir para ese jueves por la tarde y seguir conversando, pero le dije que no podía, es que como mi esposo viajó y quizás estaría de retorno entre miércoles o jueves, no quería tener problemas. Omar me insistió tanto y no sé cómo me convenció para salir. Quedamos en encontrarnos en el centro de la ciudad ese jueves por la tarde. Nos despedimos, yo para mi casa y luego para recoger a mi hija del colegio, y él para su otro trabajo por la tarde.
No dejaba de pensar en que no debía haberle aceptado a Omar a salir, no sabía por que acepte, y no sabía qué hacer.
Ya el día miércoles, yo suponía que mi marido llegaría, me levante temprano, lleve a mi hija al colegio, volví a casa, me puse a arreglar un poco, lave la ropa y trataba de pensar en qué hacer para ese jueves por la tarde.
En el fondo, quería ir con Omar (al menos creo eso porque no dejaba de pensar en Omar), pero no quería tener problemas con Yordy, y al estar pensando en que era lo que debía hacer; no sabía si ir con Omar, o llamarle o decirle que no podía ir, o ir y buscar alguna escusa con Yordy,... no sabía, cuando de pronto, suena el celular, era Yordy, quien me llamaba para comunicarme que lo de su trabajo se extendería por unos días más y que llegaría el sábado por la mañana. Para mí, fue como un alivio ello, lo cual me permitiría encontrarme con Omar el jueves por la tarde.
Así transcurrió el día miércoles, recogí a mi hija del colegio.
Llego el día esperado, ...