1. Lo que pudo haber sido...


    Fecha: 02/03/2021, Categorías: Gays Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    ... los ojos – durante… no se… bastante tiempo
    
    —No – se negó rotundamente
    
    —¿No?
    
    —No – sentenció firmemente.
    
    —¿Por qué no? – pregunté confuso
    
    —Porque no voy a vendarme los ojos mientras me llevas a quien sabe dónde. – respondió aun con la sonrisa en su rostro – Dime por favor.
    
    —Adiós a mi romanticismo – dije con frustración
    
    —¡Ay no mames! Bájale a tu drama, mi rey – me dijo juguetona - ¿Cuál es mi sorpresa?
    
    La besé nuevamente, con pasión. Jugué con su lengua y acaricié su mejilla con mi mano. La besé con lujuria. Lento, suave. Fuerte. Intenté darle el mejor beso que hubiera dado. Nunca supe si lo notó o sintió lo mismo que yo.
    
    —Será mejor que nos apuremos si no queremos llegar muy tarde – comenté cuando se hubo roto el beso.
    
    —¿A dónde vamos? – preguntó radiante
    
    —Ya verás… - dije nuevamente, intentando no soltarle todo lo que tenía planeado.
    
    —También ya se me había olvidado como me cagas – me dijo seria, pero me plantó otro beso fugaz. – ¡Me cagas!
    
    —Yo también te amo – le dije socarronamente mientras sonreía y ponía en marcha la camioneta.
    
    Durante el trayecto al lugar que tenía planeado llevarle, Elena y yo hablamos de un sinfín de cosas sin importancia. Ella me habló de las materias que llevaba en la carrera de arquitectura: Diseño de interiores, Historia de la Arquitectura, Diseño Urbano y otros diferentes talleres. Yo le hablé de mis labores como funcionario del gobierno federal.
    
    Elena se burló de mí adición al conocido mundo de ...
    ... los “godínez” y yo intente refutarle el ser un “godín”. Reímos y peleamos, nos adulamos y nos herimos verbalmente como siempre habíamos hecho. Sin embargo, hubo muchas cosas de las que no hablamos.
    
    Ninguno de los dos mencionó mi reciente ruptura (y yo no era tan necio como para sacarlo a la luz) y ella tampoco me dijo si estaba soltera o no. Honestamente me importaba poco aquello. Otra cosa que no hablamos fue la relación con los padres, ni los pormenores del epílogo, una vez me encontraron metido entre las piernas de su hermana. Me pareció arriesgado sacar a relucir tales tópicos, ya que, una conversación sobre aquellos temas resultaría, como mínimo, incómoda. En el peor de los casos podría reavivar discusiones pasadas y eso era algo que yo quería evitar por todos los medios.
    
    De modo que quedaron muchas cosas sin decir durante ese rato. La tensión fue aumentando entre nosotros mientras nos íbamos alejando de la capital. Había pausas y lagunas en la conversación, silencios que se prolongaban demasiado, silencios breves, pero tremendamente profundos.
    
    Estábamos atrapados en medio de uno de aquellos silencios, cuando llegamos a la primera caseta de la carretera México – Puebla.
    
    —¿Ya me vas a decir a dónde vamos? – preguntó con neutralidad
    
    —No, hasta que lleguemos – respondí tranquilo
    
    —Pablo – me dijo en un tono amenazante
    
    —Elena – le respondí en el mismo tono
    
    —O me dices a dónde vamos o me bajo de la camioneta y me largo de aquí – me lanzó el ultimátum ...
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