Enseñandola a quererse
Fecha: 04/03/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... advirtió aquel viernes que algo en ella había cambiado mientras que la montaba.
Varios días después su sobrino llamó a su puerta. Le había mandado su madre a llevarle a Nuria unos nísperos que había recogido del árbol que tenía en el patio que, como todos los veranos, daba demasiado fruto como para no repartirlo. Su sola imagen en el quicio de la puerta con la caja de nísperos hizo que Nuria se estremeciera, sobre todo cuando sus miradas se cruzaron ejerciendo en Nuria un efecto hipnótico.
Hola tía – había vuelto a llamarla tía, pero su mirada permanecía fija en sus ojos como hace dos días – me manda mi madre con esto
Pasa, pasa y déjalo por la cocina – Nuria no podía dejar de oír como sus ojos le hablaban. Le esquivó la mirada.
Estás…. estás ya mejor? – había perdido parte de la seguridad del otro día. No se sentía tan poderoso.
Si…. gracias cariño – mierda, le había llamado cariño, como le llamaba desde que era un crío.
Dice mi madre que no hace falta que le devuelvas la caja.
Vale, dale las gracias de mi parte.
Pues entonces, si no necesitas nada más me voy
Se estaba yendo, no, Nuria no podía dejarlo ir, no, necesitaba sentirse otra vez más como una colegiala en sus manos, no, no te vayas por favor, no, no me dejes aquí a solas con mi excitación, no, no, por favor quédate, no, no, no, no,
Julio… - se volvió en el acto – quiero que me enseñes a comerte la polla.
Fue instantáneo, Julio recuperó con esa sola frase su seguridad y ...
... superioridad. La volvía a ver indefensa y en sus manos. La conexión de sus miradas volvió tornarse intensa. Su polla respondió casi en el acto.
Quítate la ropa. Quiero verte desnuda.
El vestido era ligero, veraniego, se lo ponía para estar en casa. Deslizó los tirantes por los hombros y calló al suelo.
Las bragas también.
Julio se sentía poderoso. Guiaba los pasos de Nuria, que, a pesar de no entrar dentro de lo que ella le había pedido, se estaba bajando las bragas, tan solo porque él se lo había solicitado.
Ven aquí – se sacó el miembro erecto del paquete – arrodíllate.
Nuria se quedó de rodillas con su cara frente a su polla. Tenía el glande hinchado y sonrosado y estaba completamente erecta. Era la segunda polla que veía en su vida, aunque la de su marido nunca la había visto tan de cerca. No encontró grandes diferencias de tamaño, aunque esta se le antojaba apetitosa, mientras que la de su marido le era totalmente indiferente.
Cógela por la base – guiar los pasos de su tía hacía que el acto fuera tremendamente excitante.
Así? – lo dijo mientras miraba su capullo como hipnotizada.
Muy bien, ahora quiero que lo empieces a lamer despacito, como si fuera un helado. – Sintió la lengua cálida de su tía acariciando su tronco – muy bien, ensalívalo. Eso es, así me gusta.
Nuria estaba disfrutando, sentía que la polla de Julio estaba cálida y tenía un tacto sedoso. Con su lengua empezó a explorar los distintos recovecos haciendo especial hincapié en la hendidura ...