1. La vecina de mi cuñado


    Fecha: 11/03/2021, Categorías: Sexo en Grupo Autor: zorro_en_celo, Fuente: CuentoRelatos

    ... circulación, porque uno no es de piedra y ella estaba atractiva e incitante con ese modelito y aún más con la lencería que llevaba y sus zapatos de putón. Llegamos a su casa y tuve un poco de problema al buscar donde aparcar al cabo de dos vueltas. Al salir del coche, fui a abrirle la puerta y le di un azote en el culo y ella me sonrió pícaramente. Subimos las escaleras del portal y al entrar raudos en el ascensor, comenzamos a comernos a besos con lengua y a sobarnos y magrearnos impúdica y libertinamente, con mucha lujuria y lubricidad. Nos pusimos muy calientes y a mí me ardía la polla y la notaba muy dura y casi a punto de correrme, ya que la imagen de fulana en celo de Candice añadida a los magreos que nos habíamos metido, me estaban poniendo muy salido y brutalmente vicioso y con ganas de hacérselo allí mismo.
    
    Al llegar a su planta, todavía seguíamos metiéndonos mano fogosa y muy desaforadamente. Salimos con una calentura brutal y mi rabo casi a punto de salir del tanga y le declaré a Candice - eres una guarra en celo, me la has puesto muy dura con tu modelito, tus ademanes de zorra depravada en celo y la paliza que nos acabamos de dar - Candice sonrió y asintió. Fuimos en dirección a su piso y mientras ella abría, le iba rozando el rabo entre las nalgas de su culo y le tocaba una teta - quieto cabrón, me estás poniendo como una perra y si no dejas de sobarme no podremos terminar follando - ella estaba todavía más salida y a mí me faltó un poco para correrme y me ...
    ... aparté. Nada más cerrar la puerta, ya dentro seguimos con el precalentamiento, sobándonos y metiéndonos mano obscena y volcánicamente, mientras nos largábamos palabras soeces, procaces, sucias y muy chabacanas producto de los mil ardores que teníamos.
    
    Le quité el modelito a Candice y le dejé solo con la ropa interior y los rojos tacones que traía, ella me dejó solo con mi libidinoso tanga y la confesé -me la has puesto más dura que una barra de acero y te voy a endiñar bien mi rabo para que sepas lo que vale un peine -y Candice manifestó -eso es lo que quería en un principio, hace tiempo que vengo deseando que me demuestres lo cabrón que eres y que me hagas la más zorra -expresó Candice. Candice me cogió de la mano y me llevó a su habitación, se quitó los taconazos, le quité lenta y lascivamente el sexy tanga y le arranqué el sujetador y se lo olí y olía a hembra en celo. Nos dimos otro morreo más que me puso más cachondo y salido. Me tumbé en la cama con las patas bien abiertas y me pegó un lascivo y procaz lametón en la zona del rabo y notó su dureza y me miró con lujuria sonriendo, mientras, la muy puta, se tocaba impúdicamente el clítoris y gemía y berreaba de vicio y depravación. Yo la soltaba -pero que puta eres cariño, te voy a taladrar -me levanté, e iba andando de rodillas hacia ella con el tanga puesto y con el rabo bien enhiesto por fuera. Mientras nos sobábamos los sexos y yo le lamía y mordía cerca de la barbilla hasta llegar al cuello y cerca del hombro mientras ...
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