1. Mi primera y hermosa vez


    Fecha: 12/03/2021, Categorías: Transexuales Autor: Soficas56, Fuente: CuentoRelatos

    ... hasta dejarse ver completamente. El vestido ahora me quedaba hasta el ombligo. Supongo que a causa de mi temperatura corporal, sentía el aire acariciar mis pechos, erizándome la piel y haciendo reaccionar mis pezones, que ahora señalaban a mi novio, deseosos de conocerlo. Lo miré a los ojos con la cara agachada y le sonreí; el me miraba con la boca abierta sin saber que hacer.
    
    Me parecía divertida la oportunidad de tomar el control un rato, así que me acerqué despacio mientras le decía:
    
    -Se me ocurrió que querrías verlos mejor... -decía mi voz en tono bajo, de niña buena. -No sé si sea muy apropiado...puedo guardarlos si tu quieres...- y en ese último comentario me sente en sus piernas de nuevo, para volver a sentir su bulto, ahora más grande y palpitante.
    
    Sin más, tome su mano temblorosa y la llevé a mi senos, incitándolo a acariciarlos, suave y lento. Mis pezones estaban más duritos que nunca y no pude evitar soltar aire en forma de suspiro, con mis ojos cerrado y volteando mi rostro hacia arriba. El no dejaba de mirar mis senos mientras, ya sin ayuda de mi mano, los acariciaba casi de forma automática pero con deseo y pasión. Los tocaba solo con los dedos, rodeando mis aureolas con la yema dibujando círculos hasta sujetar suavemente mis pezones entre su pulgar y su índice, jalándolos suavemente, incluso torciéndolos de forma juguetona. Mis suspiros pasaron a ser leves gemidos. Ese día aprendí lo mucho que me encantaba que complacieran esa parte de mi cuerpo y ...
    ... me encanta no tener que pedirlo.
    
    Después de un rato de ricas caricias, me acercó más a él y comenzó de nuevo a besar mi cuello, pero con intensiones distintas a las de quedarse. Bajó lentamente, evadiendo mi collar hasta pasarlo por completo. Pronto sus labios se encontraron con lo acolchonado de mi busco y bajaron por la curva hasta mis pezones. Por fin, su lengua y mis senos se conocieron. Su forma de besarlos y chuparlos era embriagante para mi. Con mi mano apretaba su espalda para soportar tanto placer y mi boca ya no podía quedarse callada. Mis gemidos ya eran casi ininterrumpidos y no podría evitar mover mis piernas sobre las suyas. Estaba empapada. No tenía idea de cuánto tiempo habría ya pasado, pero no me importaba, nada me haría detener esa situación, hasta no concluirla. La hábil estimulación de mi novio no tardó en llevarme a un delicioso orgasmo que me hizo estremecer. Sentía mis pechos mojados de su saliva, erectos, excitados.
    
    Nuevamente nos derretimos en otro majestuoso beso, más corto en duración porque tuve que sacrificarlo. Comencé a quitarle el saco y luego la camisa, y así descubrir su cuerpo. El cuerpo de un adolescente ya hecho adulto, fuerte, marcado por el esfuerzo físico aplicado durante tantos años de deporte. Era un placer acariciarlo, su pecho, sus hombros, su espalda. Me producía gran placer que mis senos tocaran su cuerpo caliente, que se apretujaran un poco. Incluso movía mi cuerpo para amplificar la sensación y que se movieran con mis ...
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