1. Aquellas pajas


    Fecha: 09/04/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... clase. Habían follado, se la había chupado e incluso se la había metido por el culo. Las otras dos la escuchaban con la boca abierta. Esa conversación me reveló los datos suficientes para planear la actitud que debía adoptar ante cada una de ellas para iniciar un juego sexual. Con mi prima debía mostrarme ingenuo y tímido y con Marta indecente y atrevido. Mi hermana iba a ser un hueso duro de roer. Para empezar cambié de actitud hacia mis constantes erecciones. Llevaba cuatro días haciendo todo lo posible por ocultarlas (sentándome y cruzando las piernas, dándome la vuelta o yéndome a mi cuarto cada dos por tres). Aquello se acabó. Si ellas se habían fijado en mi paquete ahora iban a tener ración triple. En lugar de intentar ocultar mis erecciones, ahora las exibía constantemente. Incluso iba un momento al cuarto de baño a colocar mi polla de tal manera que la tienda de campaña que montaba en mis calzoncillos quedara lo más abultada y tensa posible. No me pasaron inadvertidas las miradas de reojo que recibía mi paquete por parte de las tres. Pero las de Marta eran casi constantes.
    
    Durante la siesta me levanté de la cama, salí de la casa y me acerqué a la ventana de la otra habitación. Las ventanas y las cortinas estaban abiertas de par en par. La cabecera de la cama estaba debajo de la ventana, pero ellas habían decidido poner las almohadas al pie de la cama y dormir en el otro sentido. Allí estaban las dos dormidas. Marta con bragas y sujetador estaba irresistible pero ...
    ... mi prima, ante mi sorpresa, estaba boca arriba completamente desnuda. Disfruté esa visión un rato y luego se me ocurrió algo mejor. Volví a entrar en la casa, fui a la puerta de su habitación y la abrí con mucho cuidado. Entré y me acerqué a la cama. Pensé que si me descubrían allí, siempre podía alegar que había tenido que entrar para ir al baño. Pero allí de pié, al lado de la cama, viendo las tetas y el coño de mi prima, no pude resistir la tentación de sacarme la polla y empezar a meneármela. Pensar que bastaba con que cualquiera de las dos podría abrir los ojos en cualquier momento y pillarme allí de pié con la polla en la mano me excitaba muchísimo. Pero al cabo de unos minutos lo pensé mejor y decidí que era un riesgo demasiado grande y que tenía todo el mes por delante. Así que salí despacio de su habitación y volví a entrar en la mía. La tentación me esperaba en todas partes. Mi hermana, dormida boca abajo, tenía la camiseta subida hasta la cadera. Así que me arrodillé en la cama a su lado y continué pelándomela. Pero después del espectáculo de mi prima aquello me sabía a poco y actué en consecuencia. Nunca he tenido más cuidado en aquel momento. Con el índice y el pulgar de ambas manos cogí el elástico de sus bragas y lentamente tiré de él hacia abajo hasta dejar su culo al aire. Si mi corazón sobrevivió las aceleraciones de aquel verano, podrá resistirlo todo. Con una mano zumbándomela me agaché y besé aquellas preciosas nalgas. Luego queriendo coronar aquella paja ...
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