Aquellas pajas
Fecha: 09/04/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... accidentalmente. Entonces me eché un brazo sobre la cara, pero dejando un resquicio por donde mirar. Luego le di a ella un rodillazo "accidental" para que se despertara y me hice el dormido. Ella despertó se incorporó lentamente y al volverse hacia mi se quedó paralizada. Evidentemente había visto lo que asomaba por mi calzoncillo. Me tocó en el hombro para cerciorarse de que estaba dormido y se tumbó hacia mi lado mirando mi polla un buen rato. Lentamente acercó una mano y alargando un dedo rozó la punta del aparato. Yo, contrayendo los músculos, hice que este pegase un bote. Ella se sobresaltó y se dió la vuelta. Notando lo acelerado de su respiración no pude reprimir una sonrisa.
DIA 7.
Mi hermana y Marta se fueron al pueblo. Mi prima me sugirió que nos pusiéramos a limpiar la casa. Lo hicimos con ganas y una hora después ya habíamos acabado. Nos tomamos un refresco y ella dijo: "Estoy toda sudada, voy a darme una ducha". Yo salí de la casa como las otras veces y fui a la ventana del baño a disfrutar del espectáculo. Ella se duchó a conciencia y tras cerrar el grifo miró directamente hacia el roto de la ventana y llamándome en voz alta añadió: "¿Me traes una toalla?". Yo completamente turbado volví corriendo a entrar en casa, y cogiendo una toalla de un armario, fui a la puerta del baño. Llamé con los nudillos. Ella dijo: "Pasa". Yo abrí la puerta un palmo y metí un brazo con la toalla. Ella dijo: "Traemela porfavor, estoy en la bañera y no quiero mojar el ...
... suelo". Abrí la puerta del todo y allí estaba ella, de pie en la bañera, completamente desnuda. Me quedé clavado al suelo en el umbral de la puerta. Ella sonriendo me dijo: "Pasa, no seas vergonzoso. A mi no me importa que me veas desnuda. Además, ya me has visto otras veces ¿o es que crees que no sé que nos espías cuando tomamos el sol?". Me acerqué a ella como un zombi y le ofrecí la toalla, pero ella, dándose la vuelta, dijo: "Sécame la espalda". Así pues, con el corazón en la garganta me puse a secarle la espalda. Mientras lo hacía me dijo: "¿Qué es lo que haces detras del seto mientras nos miras?". Le contesté que no sabía de qué estaba hablando. "Si, ya, ya... Esta bien, cambiemos de tema ¿Te gusta mi culo?" dijo ella meneándolo. "Si quieres puedes secármelo". Tras un momento de duda, lo hice, sintiendo en mi mano la redondez de sus nalgas a través de la toalla. Entonces ella se inclinó un poco y separándose las nalgas con las manos dijo con una premeditada voz jadeante: "Sécame bien por ahí". Cuando ya tenía la mano con la toalla metida entre sus piernas, se dio la vuelta y cogiendo la toalla acabó de secarse ella misma. Luego saliendo de la bañera, se envolvió en la toalla y mirándome el paquete dijo sonriendo: "Vaya, vaya... Creo que sé de alguien que en cuanto yo salga se va a poner a tocar la zambomba". No se equivocó.
Durante la siesta ocurrió algo crucial. Mi hermana estaba dormida boca arriba. Entonces yo le subí la camiseta por encima de su cintura y ante la ...